A partir de la lluvia caída en las últimas horas, que en algunas zonas superaron los 30 milímetros, especialistas estiman una mejora en la situación crítica de cultivos de verano afectados por la sequía.
Climatólogos habían manifestado que el fenómeno La Niña, presente en las últimas tres campañas agrícolas y que provoca precipitaciones por debajo de lo normal en la región, ingresó en un proceso de disipación.
Tras la lluvia del 19 al 23 del este mes, los expertos habían advertido que un segundo evento era fundamental para dar posibilidad de desarrollo de los cultivos, dado que la mitad de la región núcleo había recibido lluvias menores a 30 mm. Esto ocurre en un contexto en el que según el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el 97% de la región núcleo aún sigue en condición de sequía y reservas escasas.
“Esto es un gran alivio en Santa Fe y en la zona núcleo de la provincia de Buenos Aires, tanto para los maíces tardíos y de segunda, como para los cultivos de soja”, explicó Cecilia Conde, jefa de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales.
Las precipitaciones ocurridas se han concentrado de manera “bien generalizada” en el sur de la provincia de Córdoba y en el sur de Santa Fe y el centro y norte de Buenos Aires; también avanzan hacia la provincia de Entre Ríos castigada por la escasez de agua.
Conde dijo que estas precipitaciones “mejoran la situación de los maíces tardíos que se encuentran en etapas vegetativas, pero no van a revertir la condición de los maíces tempranos sembrados en estas zonas donde, de hecho, gran parte de esta superficie ya ha sido destinado para picado”.
Sobre la soja, dijo que “mejoran el escenario para el cultivo, ya que el 8% del área sembrada empieza a transitar etapas críticas para la definición de rendimiento”.
En gran parte de la región pampeana estaba en juego perder más de la mitad de la cosecha y con muchos casos en donde se podía perder toda la cosecha. Esto da una segunda oportunidad para que las pérdidas no sean totales o de más de la mitad de la producción. Estas lluvias sirven como para dar una base y asegurar un rendimiento mínimo, indicaron los expertos.
Por los efectos de la sequía, la entidad rosarina recortó las proyecciones de cosecha de trigo, soja y maíz en 28,5 millones de toneladas, un 23% menos que la producción inicial esperada.
La pérdida de ingresos netos del sector productor, solo en maíz, trigo y soja, supera los US$ 10.000 millones. (NA).