La abundancia del langostino se ratifica semana tras semana en el monitoreo de muelles y flotas. Pese a ciertos altibajos, presumiblemente atribuibles a condiciones climáticas adversas, la pesca del marisco se ha sostenido en un alto nivel.
El primer y más notorio reflejo de ese rendimiento se aprecia en los desembarques. Hasta el pasado 7 de julio se habían desembarcado 82.026 toneladas, de acuerdo a la estadística que elabora la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
La cifra representa un salto del 38,5 por ciento respecto al mismo período 2016, cuando el recurso alcanzó su máximo volumen histórico. Durante junio de este año se alcanzó el picó de actividad mensual 2017: en apenas treinta días llegaron a tierra 26.762 toneladas.
Durante esos días, el nivel promedio de captura rondó los 14/15 toneladas diarias en aguas nacionales, según la estimación de los armadores.
Para poner en perspectiva los números, vale señalar, que promediando el año y con cifras oficiales que aún son provisorias debido al continuo procesamiento de partes de pesca, el volumen obtenido ya superó la línea de todo 2012 (79.926 toneladas).
Fuente: Pescare.