El ministerio de Salud de Neuquén realiza una campaña de prevención con información y recomendaciones dirigida a residentes y turistas en Villa la Angostura y zonas aledañas debido al crecimiento de la población de roedores registrado en los últimos días por la floración de la caña colihue.
El informe oficial indica que desde la primavera de 2018 comenzó la floración masiva de la caña colihue en el noroeste del Parque Nacional Nahuel Huapi, afectando particularmente la zona desde el Lago Villarino hasta Villa la Angostura.
“La floración, semillazón y muerte masiva de la caña es un evento natural reproductivo que produce una extraordinaria oferta de alimento para las aves y los roedores, incluyendo el ratón colilargo”, señala.
Los resultados de los monitoreos realizados a la fecha muestran un crecimiento en la población de roedores predominando el colilargo, lo que estaría indicando el comienzo de la explosión demográfica conocida como “ratada”.
Si bien no existen restricciones para viajar a estas zonas turísticas, todas las actividades que se realicen deberán respetar estrictamente las medidas de precaución.
En el año 1996 se registró el primer caso de hantavirus y la provincia del Neuquén es considerada zona endémica para la transmisión del virus ya que la zona cordillerana constituye el hábitat natural del reservorio, el roedor oligoryzomys longicaudatus o ratón colilargo.
Parques Nacionales clausuró en forma preventiva algunos senderos y playas, decisión que puede verse modificada de acuerdo a la evolución del proceso ambiental.
La medida afecta al balneario y áreas de acceso público del lago Espejo por lo que no se debe consumir agua del lugar ni bañarse, y también a los senderos Última Esperanza, cascada Ñivinco, Correntoso Espejo, Totoral, Aguada del Burro, Rincón Panguinal, lagunas desde 7 lagos, y Camino Viejo desde Correntoso a Cruce 7 Lagos.
El ministerio de Salud provincial recordó que la transmisión de la enfermedad al humano generalmente ocurre por inhalación de partículas virales provenientes de las heces, orina y saliva de roedores silvestres infectados, contacto directo con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal de la persona, o mordedura del roedor infectado.
También cuando las personas se introducen en el hábitat del roedor, en zonas suburbanas y ambientes rurales durante el desarrollo de actividades laborales, recreativas, o en lugares cerrados como galpones o depósitos infestados por roedores.
Las recomendaciones apuntan a comer y dormir en lugares limpios, no colocar la bolsa de dormir directamente en el suelo y a la intemperie, instalar las carpas en lugares habilitados, lavarse las manos con frecuencia, circular y permanecer en senderos y playas autorizadas, evitar introducirse entre matorrales, arbustos o cañaverales, no ingerir frutos, tallos, hojas o semillas de sitios agrestes.
Fuente: Télam