En el “fin de la Tierra”, allá donde los polos se congelan, existe un desierto helado blanco y . Pero muy al contrario de lo que mucho piensan, este lugar no está desprovisto de vida. Muy al contrario, bajo el existe un carnaval de seres vivos que lo llenan de color, como si de una fiesta se tratase. Un reciente vídeo obtenido por una sonda acuática australiana nos permite introducirnos en este increíble mundo desde el salón de casa.
Viajemos hasta el lejano polo sur. Por debajo del paralelo 60º S nos encontramos con más de 4.500 kilómetros de hielo y roca. Bajo esta capa incrustada y fría hacemos un agujero y nos metemos de cabeza. Pero no vamos a sentir frío, porque el trabajo duro lo hará un pequeño robot australiano. A treinta metros bajo la superficie, el agua se encuentra a -1,5ºC y está cubierta por una coraza de metro y medio de hielo. En este paisaje esperamos encontrar pequeños corales blanquecinos recortados contra un fondo azul pálido y roca marrón.
Pero nada más lejos de la realidad. La vida en la Antártida puede estar llena de color. Como si una fiesta de navidad se tratase, los pepinos de mar, las medusas, arañas marinas y gusanos se agolpan en una explosión vital. Esta es la rara escena que capta nuestro robot.
Pero no nos llamemos a engaño: este maravilloso y colorido ecosistema sólo se mantiene gracias a las protección que le brinda el hielo y el resto de condiciones meteorológicas. Si no fuera por el gélido frío, así como por la protección frente a las mareas, vientos y corrientes, este bello paisaje sería imposible. Estamos ante algunas de las especies más delicadas del planeta. Animales que han tardado millones de años en adaptarse para colonizar uno de los puntos más agresivos de nuestro pequeño planeta.
¿Qué vive bajo las aguas de la Antártida?
Lo que estamos viendo son, como decíamos, especies tremendamente adaptadas, preparadas para vivir única y exclusivamente bajo ciertas condiciones. Esta es la única manera de poder resistir tamañas condiciones. Aunque lo más curioso es, en realidad, el colorido maravilloso que poseen estas especies. ¿Por qué conservar tanto color bajo el hielo? No lo sabemos. Pero eso no le resta ni un ápice de encanto a este paisaje.
Las especies más prolíficas en el vídeo son sin duda los gusanos y las hidras (que son dos filos completamente distintos de animales), también conocidos (y confundidos) como plumas de mar. Estos se aprecian con sus preciosos “tentáculos” asomando en el extremo de su cuerpo. Las plumas de mar son delicados animales que utilizan sus apéndices para filtrar el agua que les rodea. Muy numerosas son también las esponjas, un antiguo animal que se forma aquí en forma de “coco”, con aspecto mullido y redondeado. Las esponjas también filtran el agua a su alrededor para obtener materia orgánica.
Estas especies están hiperadaptadas; esta es la única manera de poder resistir tamañas condiciones
Se puede apreciar alguna pequeña estrella de color azul e inclusa una diminuta ofiura, como estrellas de mar pero con los brazos mucho más largos y finos (grosso modo). Los erizos, de color púrpura y con blancas púas también se ven, caminando lentamente por el mar. Las bandas amarillas son, seguramente, restos calcáreos de las plumas de mar. Estos restos son exoesqueletos donde se refugian los cnidarios cuando algo les roza. También de color amarillos son unas diminutas esponjas que conviven con el resto de filtradores a su alrededor. Todos estos colores se deben a diversas sustancias acumuladas en las superficie corporal.
Probablemente estas sustancias provengan de tiempos muy anteriores, cuando sus antepasados estaban expandiéndose por el mundo. A día de hoy, este colorido sirve para recordarnos lo maravillosa que puede ser la naturaleza incluso debajo del agua.
El peligro de la acidificación
Este vídeo es parte de la investigación sobre la vida en la Antártida que está realizando la Australian Antarctic Division. Uno de sus principales objetivos es el de mostrar lo impresionante que puede ser el ecosistema marino incluso bajo el hielo. Y es que, a pesar de la protección que supone el hielo, el principal enemigo de la vida en la Antártida bajo el mar es la acidificación de las aguas. Con el aumento de temperaturas y las enormes fuentes de dióxido de carbono que existen, el mar actúa como “sumidero” de carbono, absorbiendo.
De esta manera, las aguas se vuelven ligeramente más ácidas. Y esto es una auténtica catástrofe para todas estas especies. Sin la acidez adecuada, inamovible durante millones de años, todas estas especies están en serio peligro de extinción. Por ahora trabajamos en entender mejor qué se oculta bajo el escudo helado de los polos para poder evitar pérdidas de fiestas de color y biodiversidad como esta.
Por Santiago Campillo
HIPERTEXTUAL
Fuente: Nuestromar.org