Casi una hora más tarde, a las 0.34 del lunes, el satélite entró en la umbra, el momento de mayor sombra. En realidad, se filtran las longitudes de onda del rojo, que le dan a la luna la tonalidad característica de este fenómeno.
Luego llegó la “totalidad”, un período que se prolongó entre las 1.41 y las 2.43. En el medio, a las 2.12, regaló el cuadro más esperado: la luna pintada de rojo. Fue el momento cumbre del eclipse.
Luego, la lunavolvió paulatinamente a su vista normal, con la luz en su plenitud. A las 3.50, recobró el color gris con la que se la suele ver desde la Tierra.
Desde el atardecer, en cada rincón del país, miles de personas se prepararon para encontrar el mejor ángulo para disfrutar del eclipse lunar. En Buenos Aires y Rosario, los planetarios fueron los principales centros de reunión. Y en ambos casos se programó una noche especial.
Al mismo tiempo, el fenómeno se palpitó de cerca en distintos puntos del continente y de Europa. Incluso, “Superluna” fue uno de los términos más buscados en Google. Además, #LunaDeSangre, #LunaRoja y #EclipseTotaldeLuna coparon la lista de trending topics.
Fuente: Clarín e Infobae.