La falta de lluvias en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis, La Pampa, Entre Ríos, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Jujuy está generando pérdidas en la actividad agropecuaria además de severos trastornos, según detallaron autoridades y productores de la región.
En Entre Ríos, solo el sureste de la provincia presenta reservas hídricas entre óptimas y adecuadas, en tanto que el resto del territorio posee entre regular y escasas aguas para el cultivo; y desde abril, a excepción de junio, la precipitación resultó por debajo del valor promedio.
En San Luis, la falta de lluvias, sumada a la pandemia, complica la situación de los productores agropecuarios que se han visto obligados a vender vientres por la falta de pasto para alimentarlos.
También sectores productivos de la provincia de Jujuy registran un año con dificultades debido a una intensa sequía, mayor a otros años, que está reportando pérdidas en las áreas de cultivos, en el caso de las legumbres de entre un 30% a 40%.
La prolongada sequía también afecta a gran parte del Chaco y comenzó a impactar con fuerza en la producción agropecuaria, con daños y pérdidas en distintos cultivos y mortandad de animales.
Otras zonas del país, si bien registran menos lluvias, presentan una situación menos crítica: es el caso de Bahía Blanca, donde la Red de Estaciones Meteorológicas de la Bolsa de Cereales y Productos de la ciudad señalan que “hay una correcta disponibilidad hídrica en el centro y sur de la provincia de La Pampa y Buenos Aires” en tanto que la zona norte de “nuestra región se encuentra en déficit hídrico”. (Télam).