En una crónica con final anunciado, el PJ en el Senado, junto al cristicamporismo y otras bancadas opositoras se encaminan a convertir en ley este miércoles el proyecto que limita los aumentos de las tarifas de servicios públicos. La movida tendrá fuerte impacto político porque mostrará a un peronismo prácticamente amalgamado (con algunas excepciones)frente a un gobierno macrista debilitado y a la defensiva luego de la tormenta financiera y la fuga de capitales que llevaron a la última devaluación y a la búsqueda de un acuerdo con el FMI.
La reacción de la Casa Rosada, que rechaza la iniciativa porsu costo fiscal y por prolongar en el tiempo los subsidios a la energía que generan “un agujero” en las cuentas públicas deficitarias, también fue anunciada: habrá veto presidencial, que se efectivizaría de inmediato. Sería el segundo veto resonante a una ley del Congreso, luego de la “Antidespidos” de 2016.
El Senado está convocado a las 14 en sesión especial que también sancionará las tres leyes en que derivó (y se dividió) el cuestionado megaDNU de “desburocratización del Estado”, firmado por Mauricio Macri en el verano y que corrió riesgo de ser tumbado por los plenos de ambas Cámaras. Este miércoles, antes de la sesión, habrá reunión de “labor parlamentaria” y allí se definirá el orden de tratamiento de los proyectos. Hay una disputa porque el peronismo quiere arrancar con tarifas,para evitar riesgos de quedarse sin quórum si la sesión se extiende.
Tarifas será el plato fuerte, con condimentos como una probable respuesta larga de Cristina Kirchner al Presidente, más allá del “machirulo” que le anticipó por redes ante la mención de Macri a las supuestas “locuras” de la ahora senadora, atribuyéndole la inspiración del proyecto para frenar el tarifazo.
La bancada del PJ federal, que conduce Miguel Pichetto, se reunió este martes para cerrar filas ante disidencias internas con el proyecto, y ratificó que avanzará para sancionarlo. Salvo el salteño Rodolfo Urtubey, que en línea con su hermano gobernador no acompañará la iniciativa, los otros 23 integrantes del interbloque votarán a favor. Se sumarán Cristina y los 8 senadores de su bancada; los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo; la rionegrina Magdalena Odarda, Pino Solanas, y los santiagueños Ada Itúrrez, Blanca Porcel y Gerardo Montenegro. Hasta ahí, son 38 votos, y con 37 alcanza para el quórum y para sancionar la ley, si los 72 senadores están presentes.
El oficialismo contaba 31 votos de su lado: los 25 de su bancada, más los 5 del Interbloque Federal y el de Urtubey.
El Gobierno no se quedó quieto. El ministro Rogelio Frigerio hizo una gestión agónica. Se reunió con Pichetto en el despacho del macrista Federico Pinedo, reiteró la propuesta de rebaja del IVA (que fue tomada de los gobernadores Urtubey y Juan Schiaretti), y ofreció la transferencia de Edenor y Edesur a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires.Pero no de AYSA, que según el proyecto que el peronismo federal presentó en ambas cámaras para la transferencia, representó $ 34.500 millones de subsidios en lo que va de la gestión Macri. La transferencia implicaría cargar cuentas que hoy pagan fondos nacionales a los dos distritos bastiones del macrismo.
Como sea, para el PJ la propuesta no sólo llegó tarde sino que fue interpretada como otro intento de “dilación”. Es que el mensaje de Macri pidiéndole a los senadores que no sigan “las locuras” de Cristina cayó mal, y amalgamó más al bloque.
“Esto de si no estás con papá (por Macri), estás con mamá (por Cristina) es de psicología infantil, no somos hijos de divorciados. No pueden mostrar la estampita de Cristina para corrernos”, le dijo a Clarín el chubutense Alfredo Luenzo tras la reunión de bloque. Sostuvo que “la ley no es buena pero la sanción es un mensaje político, de que hay que frenar el tarifazo. La gente no puede pagar”. Puertas adentro del bloque Pichetto, está fue la lectura dominante, en un clima de malestar con la Rosada. “Les aprobamos todas las leyes para la gobernabilidad. ¿a cambio de qué? Esto marcará un punto de inflexión”, sostuvo otro senador del PJ.
El correntino Carlos Camau Espínola, uno de los cuatro que firmaron el proyecto con disidencias, también ratificó su voto a favor: “El Gobierno no mostró voluntad real de encontrar una salida”, le dijo a a este diario. Pese a las críticas de algunos artículos no se harán cambios, para que la iniciativa no deba volver a Diputados y sea ley. Coincidencia con Cambiemos, que ahora busca un final rápido, y tratar de minimizar los costos políticos. En el PJ citaban encuestas según las cuales el 80% de la gente quiere ley de tarifas y está en contra del veto.
Macri volvió a hablar del veto ante su gabinete, y por la tarde recibió en la Rosada a los cinco senadores del interbloque Federal que lidera el salteño Juan Carlos Romero, y que votarán junto a Cambiemos. Además de Romero, Carlos Reutemann, la salteña María Cristina Fiore, y los neuquinos del MPN Lucila Crexell y Guillermo Pereyra. Aunque no lo confirmó, circuló que Pereyra -sindicalista petrolero-, que había dicho estar a favor del proyecto, terminará votando con el oficialismo.
Frigerio habló en Radio con Vos y pareció admitir que, por primera vez, habrá derrota de Cambiemos. Confirmó que ofreció el traspaso de Edenor y Edesur y dijo: “No sé qué pasará en el Senado. Aparentemente hubo una reunión de Argentina Federal y estarían acompañando la media sanción de Diputados”.
Fuente: Clarín