Motivado por la creciente tensión en la península coreana provocada por el inicio de ejercicios militares entre Japón y Estados Unidos, que incluyen al portaaviones nuclear USS Carl Vinson, el presidente chino Xi Jinping pidió moderación a todas las partes durante una conversación telefónica con el mandatario norteamericano, Donald Trump.
Durante el diálogo entre ambos mandatarios, la segunda comunicación desde el encuentro que celebraron a principios de mes en Mar-a-Lago (Florida, Estados Unidos), Xi subrayó que China se opone “firmemente a acciones que violen las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
El presidente chino aludió así a las pruebas nucleares y de misiles de Corea del Norte (contra las que la ONU dictó sanciones el pasado año) un día antes de que se celebre el aniversario de las Fuerzas Armadas norcoreanas, una fecha en la que se baraja la posibilidad de un nuevo ensayo atómico por parte de Pyongyang.
Sin embargo, Xi le advirtió a Trump de que China “confía en que todas las partes ejerzan contención y eviten acciones que lleven a una escalada de las tensiones”, según detalló en una conferencia de prensa el portavoz de la Cancillería de este país, Geng Shuang, consignó la agencia de noticias EFE.
China está cada vez más preocupada por la posibilidad de que la situación se descontrole en la región y se inicie una guerra, preocupación que llegó a un nuevo máximo con la orden de Trump de movilizar un portaaviones nuclear hacia aguas coreanas.
Los barcos, liderados por un portaaviones, fueron enviados por Trump para realizar ejercicios en aguas de la península coreana a modo de advertencia, en medio de crecientes temores de que Corea del Norte pueda realizar pronto otra prueba nuclear, desafiando las sanciones de Naciones Unidas.
El Carl Vinson y los buques que le acompañan, que causaron gran revuelo la semana pasada por haberse dirigido hacia Australia tras anunciarse que irían a aguas próximas a Corea del Norte, están actualmente cerca de Filipinas y realizan maniobras con dos destructores japoneses.
Por su parte, el Ministerio de Defensa surcoreano anunció este lunes que prepara maniobras conjuntas con ese grupo naval.
Ante el desplazamiento hacia aguas coreanas de los barcos estadounidenses, una desafiante Pyongyang dijo el lunes que el despliegue del portaaviones USS Carl Vinson era “un acto extremadamente peligroso por parte de quienes planean una guerra nuclear para invadir a Corea del Norte”.
“Estados Unidos no debe confundirse y deben considerar cuidadosamente cualquier consecuencia catastrófica de su insensato acto de provocación militar”, dijo Rodong Sinmun, el periódico oficial del gobernante Partido de los Trabajadores, en un comentario.
“Lo único que les espera a los agresores son cadáveres y muertes”, agregó.
El texto advierte de que si continúan “las provocaciones del enemigo”, las fuerzas norcoreanas “responderán con golpes mortales” y contrarrestarán “cualquier intento de guerra total con un ataque nuclear sin piedad”.
Fuente: Télam.