Luego de los días posteriores a la inundación y de funcionar como un centro de evacuación en nuestra localidad, poco a poco la Escuela Técnica fue retomando cierta normalidad.
«Las clases comenzaron con una revinculación de los alumnos, reencontrarse con los compañeros, los docentes y ver cómo la pasó cada uno. Fue un espacio que se generó en la escuela después de los que nos tocó vivir como comunidad. Tuvimos actividades de contención y pedagógicas, en la medida que se van dando las condiciones. La vuelta se fue dando por cursos, teniendo en cuenta la matrícula y las condiciones de los docentes para retornar», comentó el director Juan José Troncoso.
«La escuela fue un refugio para un montón de familias y alumnos de zonas aledañas», mencionó la autoridad de la Técnica, quien asumió el cargo recientemente luego de años de experiencia como jefe de taller.
En ese sentido, las tareas de reacondicionamiento son un desafío para la escuela.
«Se acercó mucha gente a colaborar y deja al descubierto la solidaridad para limpiar y poner en condiciones la escuela. La campaña apunta a reacondicionar el edificio, disponer de los elementos necesarios y cuestiones puntuales para un espacio tan grande. A través de la cooperadora se canaliza todo esto. Hay paredes que quedaron dañadas y hay que pintarlas, reponer herramientas, entre otras acciones», resumió.
Y agregó: «Desde educación técnica se está armando un plan para reponer herramientas, sumado al aporte para limpieza y reparaciones. Hay distintas entidades en las que estamos gestionando para que los fondos de la cooperadora se destinen a las necesidades más inmediatas».