Por tercer mes consecutivo, la venta de dólares para ahorro marcó un récord: alcanzó los US$ 485,3 millones, el mayor monto desde que este sistema de ventas administradas se puso en marcha tras la brusca devaluación del peso, a principios de 2014, y luego de algo más de dos años de vigencia de una prohibición total para adquirir moneda extranjera con ese fin. Se trata de un monto US$ 22,3 millones (o 5%) superior al récord de febrero, cuando se expidieron US$ 463 millones, y 6,5% mayor que el récord inmediato anterior, marcado por los US$ 456,2 millones que los ahorristas adquirieron en enero.
A su vez, las ventas de marzo superaron en 8,5% a las registradas en octubre en medio de la última corrida fuerte contra el peso, aquella que quedará reflejada en los $ 15,95 que algunos llegaron a pagar en su desesperación por acceder a esa divisa en el mercado negro.
Pero el dato más revelador es que las ventas en la actualidad más que triplican a las que se registraban hace un año, con una demanda por entonces anestesiada, dada la estabilidad que comenzaba a mostrar el precio de la divisa tras el brusco ajuste validado meses antes.
En este sentido, los hechos parecen sugerir que la estrategia oficial de anclar el precio del billete para adormecer su demanda ya no resulta.
No en vano en lo que va de 2015 las ventas marcan nuevos máximos mes tras mes, pese a que el Banco Central (BCRA) mantiene virtualmente planchado su valor (hace mínimos ajustes periódicos que rememoran a la “tablita” que derivó en lo que se llamó la plata dulce) y los miembros más encumbrados del Gobierno juran y perjuran que -bajo su mandato- no se volverá a devaluar.
RAZONES DEL ATRACTIVO
A juicio de los analistas, esto ocurre básicamente porque los ahorristas perciben al valor del dólar oficial como atrasado, lo que los hace ver una oportunidad de compra. Claro que a eso agregan, además, el componente de incertidumbre que siempre tiene un año electoral y la admisión por parte de los economistas que asesoran a los principales candidatos a suceder a Cristina Kirchner de que el país ya tiene un grave problema de competitividad cambiaria. De allí que sostengan que la demanda seguirá sostenida y en aumento de aquí en más.
“La gente sabe que el precio del dólar está atrasado. El argentino tiene un olfato especial para eso. Por eso ve al billete como una inversión atractiva para el mediano plazo”, sostiene el economista y consultor Miguel Kiguel. A esto suma que los contribuyentes se han ido familiarizando con los mecanismos de adquisición. “Hay bancos que, si contás con la validación, ya permiten operarlo incluso por Internet”, ilustra para explicar su concepto.
Otros apuntan que los máximos de demanda se ven también favorecidos por el contexto inflacionario y las actualizaciones que tienen los ingresos que, aunque hayan sido inferiores a la inflación, aumentan el poder de compra en dólares al optar el Gobierno por mantener rezagado el valor de ese billete.
Vale recordar que la fórmula para validar la compra que fijó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) establece un cupo máximo que no puede superar el 20% de los ingresos mensuales que el contribuyente tenga declarados ni los 2000 dólares por mes.
Además, el sistema sólo está habilitado para quienes perciban por lo menos 9432 pesos por mes, es decir, una suma equivalente a dos salarios mínimos, vitales y móviles.
LA INCIDENCIA DEL PARO
El récord de marzo incluso no fue mayor debido al manifiesto impacto que la adhesión de los bancarios al paro general de ayer tuvo sobre la demanda. Después de todo, más del 98% de las ventas por este sistema se cursan por bancos. Según los datos que dio a conocer anoche la AFIP, ayer apenas se expidieron US$ 5,6 millones, al cerrarse 7710 operaciones por un total equivalente a $ 49,5 millones.
Con actividad normal, el último día hábil de febrero se habían expedido más de US$ 31,1 millones, y el último de enero, más de US$ 22 millones, sólo porque una parte de los asalariados cobran sus haberes antes de fin de mes, es decir, valores que multiplican por cuatro o hasta seis los operados en la víspera.
Lo que no se modifica es la propensión a retirar los billetes antes que mantenerlos depositados en una cuenta bancaria por un año para poder adquirirlos al valor oficial. Pese a que hay que pagarlo un 20% más para poder llevárselo, 91,6% de los compradores no dudó en hacerlo para poder contar con los billetes desde ese mismo momento.
- EL BCRA SUELTA MÁS PESOS: ¿LOS TOMA EL TESORO?
- Por segunda semana, el Banco Central no logró renovar el total de deuda que le vencía, con lo que con validó una expansión monetaria por algo más de $ 3500 millones.
- Enfrentaba ayer vencimientos de letras por $ 9128 millones y sólo recibió ofertas de compra por $ 6336 millones, que adjudicó en su totalidad. Y otra vez se abstuvo de ofrecerlos a un año o más. Hace una semana había inyectado $ 2847 millones más para favorecer la colocación de los Bonac, los bonos que el Tesoro comenzó a emitir el viernes a 12 y 18 meses de plazo a imagen y semejanza de las Letes y Bontes de los 90, para financiar gasto corriente a tasas del 26,2% anual. Esto sugiere que esas emisiones se repetirán como despedida final al promocionado desendeudamiento.
Fuente: La Nación.