(FNM) Durante los últimos años, los barcos de apoyo a plataformas de petróleo – supply-boats – tuvieron enorme éxito en Brasil. El Gobierno creó un sistema de estímulo, el Prorefam, y los empresarios invirtieron. Como consecuencia, se alcanzaron cifras impresionantes: hay cerca de 500 barcos en la costa, divididos por partes iguales entre nacionales y extranjeros. El sector emplea 15.000 marinos y alrededor de 4.000 empleados en tierra. Ahora, el presidente de la Asociación Brasilera de Empresas de Apoyo Marítimo (Abeam), Ronaldo Lima, alerta sobre la crisis que aparece en el sector. Afirma que comienza a desactivarse barcos o a no renovarse los contratos.
– Lo que está ocurriendo contradice la estrategia política del Gobierno Federal iniciada a partir de 1997, con la promulgación de la Ley 9.432/97, que obra de marco regulatorio del sector. La mayor contratante, Petrobras, está soltando la mano a los nuevos barcos y canceló licitaciones para la contratación de unidades de apoyo, anunciadas para este año. Por ello, algunas empresas extranjeras se verán forzadas a retirar sus embarcaciones de aguas brasileras, desistiendo de sus negocios en el país. Las empresas extranjeras y brasileras comienzan a despedir personal, en razón de la reducción de actividades – explica Lima.
También informa que, de los 500 barcos en operación, cerca de 400 operan para Petrobras, aunque, en este momento, la petrolera solo está utilizando alrededor de 375 embarcaciones. Hay empresas nacionales que construyeron barcos en astilleros brasileros y que, tras ocho años de contrato, se encuentran con que Petrobras no les renueva el compromiso con esas embarcaciones. Estos buques tienen una vida útil de 25 años por lo que corren el riesgo de quedar prematuramente en desuso, pues no siempre consiguen empleo en el mercado libre (spot).
Estirar la cuerda
Todos saben que Petrobras está recortando gastos, pero su producción está en alza y la empresa necesita de los barcos de apoyo de diversos tipos, para apoyar a las plataformas. Lima comenta que “estirar la cuerda”, es decir, operar con una flota limitada, puede ser peligroso. Cree que Petrobras se está dedicando más a la producción, recortando sus inversiones en el área de exploración.
El ejecutivo recuerda que el sistema fue montado sobre bases racionales: Petrobras no necesitaría invertir en la construcción, lo que fue hecho por empresas brasileras – tanto de capital nacional, como extranjero, usando embarcaciones nacionales. En el marco del Prorefam se realizaron siete rondas de licitación, con la contratación de poco más de 100 embarcaciones, cuando el plan original preveía la contratación de 146 barcos de apoyo.
Los armadores alquilan los barcos a Petrobras, generando empleos, tanto de obreros de la construcción como de marítimos. En 2020, los actuales 500 barcos deberían llegar a 800, generando más empleo y actividad económica, lo que ahora está amenazado por la regresión evidenciada en la política de Petrobras para la contratación de barcos de apoyo. (Por Sergio Barreto Motta; Monitor Mercantil en Portos e navios. Adaptado al español por NUESTROMAR.