Con el objetivo de difundir sus actividades y la situación actual de la Cooperadora del Hospitalito, Adriana Olivo y Nora Betencurt visitaron los estudios de La Brújula 24, en el inicio de la tercera semana de IngenieroWhite.Com.
“No apostamos nada a futuro, vivimos el presente. Tratamos de gastar lo que tenemos y podemos a la hora de hacer inversiones”, señaló Olivo, quien preside a la entidad local.
“Por ejemplo, contamos con el generador eléctrico donado por el Consorcio y nosotros estamos a cargo de su mantención. Como el subsidio municipal sigue siendo de 40 mil pesos como el año pasado, nos arreglamos como en casa, con lo que tenemos”, agregó.
–¿Cómo es el diálogo y la relación con las autoridades del Hospital y con las empresas del Polo?
–BETENCURT: El canal es fluido, de ambos lados. Tenemos reuniones periódicas y una buena línea de trabajo. Aunque las autoridades siguen su camino y la Cooperadora el suyo, la prioridad son las necesidades de la institución.
–OLIVO: Con las empresas, en tanto, nunca hemos tenido ningún problema. Al contrario, siempre nos han apoyado en nuestros pedidos. No podemos hacer milagros con el subsidio que recibimos y ellos siempre están cuando los necesitamos.
–¿De qué se trata la revista institucional que empezó a circular este año?
–BETENCURT: La primera edición fue el 25 de mayo, con el aniversario de la Cooperadora; la segunda salió en septiembre por la fundación de White y habrá una tercera entrega en diciembre. La revista tuvo muy buena convocatoria y la gente está contenta. Es otro canal de comunicación para llegar al vecino y permite que la dirección explaye sus novedades y acontecimientos.
Para la gente de Ingeniero White, el Hospitalito ocupa un lugar importante dentro de las instituciones que componen la localidad.
“Cada vez que pedimos algo para el Hospitalito, la gente responde. Los whitenses lo quieren mucho. El viernes, por ejemplo, hicimos un té bingo y tuvimos el apoyo de la gente y del Museo del Puerto, que nos prestó las instalaciones. Por eso, uno trata que la gente sea bien atendida en el hospital en la medida de las posibilidades”, reconoció Adriana, quien junto a Nora tienen un año más de mandato en la Cooperadora.
–¿Cómo calificarían la gestión del delegado Marcelo Acosta, luego de su paso por la institución?
–OLIVO: Tiene muchas ganas de hacer cosas, pero para eso necesita contar con los medios para ejecutarlas. Si desde el Municipio no le dan las maquinarias o lo que sea, se hace tod muy difícil.
–Y la última, ¿qué le falta a White para dar el salto de calidad que la gente espera?
–OLIVO-BETENCURT: Tenemos todo para estar mejor. Siempre avanzamos un poquito en comparación con el trabajo que hacen las comisiones de todas las instituciones. Todo nos cuesta mucho porque el problema es que no nos unimos. Es hora de contar con un buen líder y unirnos entre las instituciones para lograr objetivos.
LA FICHA DE ADRIANA Y NORA
Adriana Olivo
“Mi vínculo con las instituciones empezó en las cooperadoras de la Escuela N° 13 y del Colegio Mosconi, por mis hijos. Hace 5 años me retiré de la Sociedad de Fomento y, por intermedio de la señora de Marcelo Acosta, empecé a participar en el Hospitalito. Aunque le quita tiempo a su familia, amo lo que hago. El respeto y la buena convivencia son la clave para el éxito”.
Nora Betencurt
“Uno cumple esta función con gusto y responsabilidad, tratando de volcar su experiencia. Hace 56 años que vivo en la localidad y mi trabajo empezó desde muy pequeña en Cáritas. Antes del Hospitalito y del Museo Ferrowhite, también estuve en catequesis y en la Sociedad de Fomento. Además, formo parte de la mesa de proyectos de la empresa Profertil y del panel comunitario de la AIQ”.