Puerto Belgrano – En la mañana de hoy, frente a la Torre de Señales, se realizó la ceremonia conmemorativa del 118° aniversario de la Base Naval Puerto Belgrano (BNPB) rememorando la sanción de la ley Nº 3450, de 1896, que dio origen al puerto militar.
Al acto también concurrieron el Comandante de la Flota de Mar, Contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni; el Jefe de Mantenimiento y Arsenales, Contralmirante Francisco Medrano; veteranos de la Guerra de Malvinas, oficiales, suboficiales, personal de la Policía de Establecimientos Navales y personal civil.
La Banda de Música de la BNPB acompañó con sus acordes y se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y la Marcha de la Armada.
El Capitán Simoncini pronunció palabras alusivas: “En nombre de todos los hombres y mujeres que conforman la tripulación de la Base Naval Puerto Belgrano y en el mío propio, agradezco que nos acompañen en este nuevo aniversario, a los 118 años de su creación”.
Además agregó: “Este homenaje a la BNPB también es un homenaje a quienes sirven en ella con la única satisfacción de poder hacerlo sin ninguna otra distinción que la que sólo garantizan el esfuerzo personal y el mérito propio”.
Para finalizar se llevó a cabo la bendición de medallas y diplomas que entregó el jefe de base como “Mérito a la Permanencia”.
La historia de la Base Naval Puerto Belgrano
El 30 de noviembre de 1896 cobraban vida el proyecto de un puerto militar y los primeros cimientos de una base naval, los cuales en nuestros días cobijan en su estructura a la Flota de Mar, al Arsenal Naval y a centenares de hombres y mujeres, militares y civiles de la Armada Argentina que prestan servicio en la zona.
Desde entonces, la Armada contó con un punto de apoyo marítimo para sus naves de guerra, en un lugar que ya había sido utilizado como refugio en un primer momento por las naves de Brown y, más tarde, por la División Bahía Blanca, ya que resultaba apto para la protección de las naves y por su cercanía a la costa y el mar, el cual se buscaba asegurar y defender.
Personal militar y civil y sus familias conviven en un área cuyo paisaje está próximo al mar, lindante con la ciudad de Punta Alta, recortado por árboles frondosos y estructuras edilicias de principio de siglo XX.