El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se reunieron ayer en la Casa de Gobierno de La Plata para analizar la situación epidemiológica y económica del AMBA y definir cómo sigue la cuarentena tras el 2 de agosto.
En el encuentro, cada mandatario compartió con su par su análisis de la situación sanitaria en el AMBA y las posibles determinaciones a tomar, tanto por si continúa estable el ritmo de contagios o si crece.
Ambos coincidieron en la necesidad de mantener los cuidados y tomar todas las medidas de prevención necesarias para evitar al máximo la circulación de gente y el aumento de los contagios, sobre todo teniendo en cuenta el uso del transporte público, que se mantendría exclusivo para los trabajadores esenciales.
De todos modos, la Ciudad planteó su voluntad de seguir con el esquema de apertura dispuesto en el último anuncio, lo que quedará supeditado al ritmo de contagios de los próximos días.
En tanto, se realizó una evaluación del sistema sanitario en su conjunto y, en particular, de la cantidad de camas de terapia intensiva a disposición.
En el Gobierno porteño remarcaron, además, que el indicador R, que mide la evolución de los contagios, se encuentra controlado pese a que los contagios no bajan de 1.000 casos por día, y se podría seguir con el esquema de apertura previsto tras el 3 de agosto.
En la Provincia de Buenos Aires expresaron, por su parte, que al ritmo actual de contagios se corre peligro de que colapse el sistema sanitario debido a que el 3% de los casos aproximadamente terminan en terapia intensiva. (NA).