El huracán Irma descendió este lunes a categoría 1 y rápidamente después bajó a tormenta tropical mientras avanzaba por Florida, golpeada por violentas ráfagas y extensas inundaciones que dejaron tres muertos y 4,6 millones de personas sin electricidad (incluidas zonas de Georgia también), provocando la declaración del estado de catástrofe natural.
Hacia las 05:00 locales (7 en Argentina), los vientos máximos habían descendido a 120 km/h e Irma se encaminaba a convertirse en una tormenta tropical a medida que avanzaba por la costa noroeste de Florida y hacia el sur de Georgia, precisó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) en un comunicado.
El ojo del huracán se ubicaba unos 40 km al noreste de Tampa, precisó al tiempo que recordaba las advertencias vigentes de marejadas ciclónicas, lo que significa que hay “peligro de inundaciones amenazantes a la vida”.
La situación en Los Cayos
Tal y como fue pronosticado, Irma había impactado el domingo por la mañana en los Cayos (sur) como huracán de categoría 4 –en una escala de 5–. Por la tarde había vuelto a tocar tierra en Marco Island (oeste) como categoría 2.
Con las comunicaciones cortadas en gran parte de los Cayos de Florida, muchos esperan a que se haga día pleno para evaluar los daños causados.
Ahora en los Cayos el objetivo es buscar sobrevivientes puerta a puerta, según informa esta mañana el Miami Herald.
En los bajos Cayos, donde se registró una marejada de más de tres metros (10 pies), electrodomésticos y muebles podían verse flotando, y la portavoz del condado Monroe, Cammy Clark, dijo que las aguas del océano estaban llenas de peligros para la navegación, incluyendo botes hundidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el estado de catástrofe natural en Florida para poder desbloquear fondos y medios federales suplementarios, con el fin de ayudar a los damnificados.
“Ahora mismo nuestra principal preocupación son las vidas humanas”, dijo Trump, quien anunció que visitará el estado “muy pronto”.
Las ciudades de Naples, Fort Myers y las pobladas zonas de la bahía de Tampa (al oeste de Florida), enfrentaban la amenaza de olas de hasta 4,5 metros, suficientes para provocar serias inundaciones.
“Me preocupa toda esa gente que no cree en un aumento brutal del agua. Es vital temerle a esta inundación”, sostuvo Virginia Defreeuw, una septuagenaria que abandonó su casa rodante para protegerse en un refugio.
“La gente no escucha. Algunos dicen: ‘sobrevivimos a (el huracán) Wilma, sobrevivimos a Charley, estará bien, podemos pasar por otro'”, explicó. “Pero este es nefasto”.
Los efectos de este gigantesco huracán, del tamaño de Texas, tampoco perdonan a la costa este de Florida.
Miami era azotada por intensos vientos y fuertes lluvias. Con todo, la policía en North Miami Beach comenzaba la limpieza retirando árboles y palmeras caídos en las calles.
El distrito de Brickell, centro financiero de Miami a orillas del mar, estaba parcialmente inundado “por la marea que pasa sobre los diques”, relató a la AFP Steven Schlacknam, un artista de 51 años. “El muelle de madera prácticamente ha desaparecido”.
Los residentes deben estar atentos a las advertencias de tornados, que pueden generarse en los anillos exteriores de Irma y afectar incluso a áreas como Miami Beach.
Se espera que Irma siga perdieron fuerza y el Centro Nacional de Huracanes prevé que se convierta en tormenta tropical al sobrevolar el norte de Florida o el sur de Georgia más tarde en el día.
De momento no hay reportes confirmados de muertes en Florida. En el Caribe, al menos 24 personas fallecieron a consecuencia del destructivo paso de Irma por las paradisíacas islas de la región. En Cuba, la tormenta anegó el icónico paseo del Malecón, en La Habana, llevando el agua hasta medio kilómetro (un tercio de milla) tierra adentro.
Fuente: Clarin