Que una inversión multimillonaria pase hoy inadvertida atenta contra el sentido común. Pero la comunidad portuaria argentina se acostumbró a la falta del menos común de los sentidos.
No hay caso más emblemático que el del Puerto La Plata y su terminal de contenedores Tecplata. El grupo filipino Ictsi desembolsó más de 450 millones de dólares entre obra civil y maquinaria. Manoseada políticamente de mil maneras, la terminal se quedó con las manos vacías frente a la promesa más importante que el gobierno anterior le hizo a los inversores: la continuación y bajada de la autopista Buenos Aires-La Plata y la puesta en valor de la ruta 6.
El desarrollo de Tecplata fue también escenario de las más teatrales especulaciones, que taparon el detrás de escena: un nuevo jugador global del sector portuario se sumaba a los ya existentes en Buenos Aires y Exolgan.
Pero esta “inversión desapercibida” no es un mote que sólo le cabe a Tecplata. La desaprensión política respecto del sistema portuario no reconoció jurisdicciones: en Buenos Aires, la terminal 5 era como un auto sin frenos que avanzaba a alta velocidad hacia un paredón infranqueable como el fin de su concesión. El gobierno anterior, a último momento, ensayó una prórroga provisoria. Tecplata es sólo un caso más de que los puertos no son prioritarios en la planificación política.
“Este es un puerto mudo”, sintetiza José María Dodds, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata.
El concepto encierra una vehemencia que no es simbólica: los principales operadores del puerto hoy son YPF y Copetro, y entre ambos, mueven un total de más de US$ 4100 millones por año. “Son muchas toneladas de cereal lo que hay que mover para equiparar esto. Pero no se ve, porque no hay camiones. Todo se desplaza por caños”, agrega Dodds, que de cereales algo conoce: es ingeniero agrónomo de profesión y fue director ejecutivo de Nidera, antes de ingresar en la gestión pública.
¿Cómo ignorar los 900 barcos por año que operan en La Plata? Los muelles de YPF abastecen de combustibles líquidos y productos químicos desde Ushuaia hasta Corrientes, con frentes de atraque por casi 800 metros en Berisso y otros casi 600 en Ensenada. En tanto, Copetro procesa y distribuye carbón de petróleo, en un muelle de 400 metros, donde embarca productos a través de 1200 metros de cintas transportadoras desde celdas de acopio con capacidad para 55.000 toneladas.
Y sin embargo, es un puerto “extraño” incluso para la propia comunidad platense. Hay legisladores que, incluso, plantearon proyectos rimbombantes para declarar al puerto como patrimonio histórico. Es innegable el acerbo cultural que tiene la terminal, pero mayor aún es su desconocido potencial para la carga, la descompresión del sistema portuario metropolitano y la creación de empleo. Un estudio encargado por el puerto, donde trabajan 130 personas, arrojó que los encadenamientos laborales alcanzan a 11.957 personas, entre estibadores, trabajadores de Zona Franca y los servicios conexos.
“Es un puerto mudo porque en Bahía Blanca o Quequén, que operan entre 7,5 y 10 millones de toneladas, se nota un movimiento diario de 2000 camiones. Acá todo está escondido: hasta el petróleo que va a sur va por caños”, amplía Dodds.
La Plata tiene ventajas náuticas emblemáticas, con un muy buen canal de acceso y menores horas de navegación. No hay razones técnicas para que Tecplata no opere. “Unitarios y federales parece ser la única explicación”, dice Dodds.
La prolongación de la autopista La Plata-Buenos Aires ya está adjudicada. “Faltaba sólo una formalidad para el inicio de obra, que ya está listo, y es la firma por parte del intendente (de Berisso) Mario Secco para presentar en Vialidad”, agregó. La autopista tendrá bajadas a Berisso y Ensenada. Y se unirá más al sur con la ruta 11, que lleva al Partido de la Costa.
En tanto, el anillo que corona la conexión vial, la ruta 6, también tendría los planes de obra listos. Una de las navieras que más interés manifestó en los muelles de La Plata, MSC, le da a esta ruta más importancia que a la propia autopista. Los reparos, no obstante, los ponen los transportistas: el trayecto por la ruta a los centros de consumo es más largo, y el estado hoy es malo. Pero la ruta 6 tiene potencial como corredor franco logístico, conectando las terminales de La Plata y Zárate.
Que Tecplata no arranque por falta de accesos es un argumento funcional para muchos, no obstante. “La gobernadora María Eugenia Vidal está muy enfocada en el puerto”, aseguró Dodds.
Dos temas, no obstante, serán claves para el despunte definitivo del movimiento de contenedores en Puerto La Plata: el Paseo del Bajo, por un lado, y las licitaciones de las terminales de Puerto Nuevo, por el otro.
“Los desafíos que enfrentamos son grandes. Y el gran punto es cuándo arranca Tecplata. Yo creo que va a darse cuando arranquen las grandes obras en Puerto Nuevo”, indicó Dodds. El Paseo del Bajo, exclusivo para el tránsito pasante de camiones, ya empezó con las obras. Y, cuando estas lleguen a la zona portuaria, y conviva con el movimiento diario, la congestión será fatal.
Aún así, resta conocer qué determinación tendrá el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el destino del puerto. Los porteños reconocen al turismo y al Real Estate como dos industrias muy propias y con la que se sienten cómodos. El puerto tiene ese atractivo también.
Con tranquilidad estratégica, Dodds sostiene: “Con una política más o menos razonable de comercio exterior, y el saneamiento de la aduana, el movimiento de contenedores va a aumentar”.
En tanto, en estos días, el consorcio se anticipó al vencimiento (en enero) de los acuerdos laborales cerrados por Tecplata con los trabajadores y el Ministerio de Trabajo provincial. “Estamos trabajando intensamente para prorrogarlos. Ya tuvimos dos audiencias”, amplió.
La Plata tiene un as bajo la manga, baraja que se insinúa con un acuerdo logrado con Zona Franca La Plata para aumentar la capacidad de almacenamiento de los vehículos que bajan en el sitio 4.
Los cambios en las navieras están a la orden. Con Tecplata funcionando, y un corredor aduanero operativo con zona franca, el sistema metropolitano portuario podría comenzar una nueva etapa fundacional.
Fuente: ambito.com