El Informe Técnico Oficial 43/16 del Inidep “Distribución Espacial de la Biomasa y Proceso de Reclutamiento del Langostino en el Golfo San Jorge, Aguas Adyacentes y Litoral Norte de Chubut” enciende una luz de alerta para el sector.
El documento, al que accedió Pescare.com.ar, está basado en el crucero que tuvo lugar en noviembre pasado desde el buque comercial “Bogavante Segundo”. Uno de sus párrafos centrales advierte sobre una “baja significativa” en la biomasa y abundancia del marisco disponible para ser pescado respecto a las marcas registradas en la campaña de noviembre 2017.
“Dados los resultados obtenidos en la campaña 2018, es posible que la biomasa de langostino disponible para su captura en la próxima temporada pueda presentar alguna disminución en relación a los últimos años”, concluyen los autores, Juan de la Garza y Paula Inés Moriondo Danovaro.
Según la mirada de ambos, la merma detectada podría ser consecuencia del desplazamiento espacio-temporal del período reproductivo, el retraso del proceso de crecimiento, posibles cambios ambientales y también del aumento del esfuerzo pesquero.
“Esto último puede traer aparejado una sobrepesca del reclutamiento, en donde la cantidad de adultos reproductores que sobrevivieron a la pesca no es suficiente para mantener los niveles de biomasa observadas en las temporadas anteriores”, exponen.
Sin embargo, al mismo tiempo aclaran que estos resultados deberán ser corroborados mediante la campaña proyectada para marzo. Esa oportunidad también servirá para profundizar sobre las posibles causas de la merma. Mientras tanto, frente a ciertos niveles de incertidumbre los científicos sugieren precaución en el manejo.
“De corroborarse la disminución de la biomasa de langostino disponible para su cosecha en la próxima temporada de pesca con la información proveniente de la campaña estival 2019, deberá procederse con suma cautela a los fines de regular los niveles de esfuerzo pesquero con el fin de no comprometer la sustentabilidad de la pesquería”, señalan.
El informe apunta que ya en la campaña de marzo se había observado una disminución en la presencia de langostino de tallas menores a 31 milímetros de largo de caparazón en machos y de 34 milímetros en hembras en relación al mismo mes de 2017.
Esta fracción, responsable de la biomasa comercial accesible a fin de la temporada 2018 y a comienzos de la 2019, también sería la porción reproductora de la actual. Su evaluación fue precisamente el objetivo de la última campaña.
“Durante el transcurso de la tarea se evidenció la presencia de ejemplares pre reclutas y reclutas de langostino en toda el área analizada. Sin embargo, estos ejemplares fueron de tallas menores comparadas con las tallas históricas, confirmando el desplazamiento espacio-temporal del período de reproducción y el retraso del proceso de crecimiento”, se explica.
El retraso en la reproducción puede tener consecuencias en cuanto a la supervivencia de los estadios iniciales de vida, así como también un retraso de crecimiento debido a que la temperatura del agua disminuye conforme se termina el verano. Fuente: Pescare.
Características de la campaña: Se realizó desde el “Bogavante Segundo” del 9 al 22 de noviembre, con el apoyo económico de empresas, que incluyó el aporte del barco. Se realizaron 106 estaciones entre 43° 30´ y 47°, de la línea de la costa hasta los 64° 00´ W. En total, se cubrieron unas 2 mil millas náuticas cuadradas.