Más políticos que económicos son, por ahora, los resultados derivados del levantamiento de los reembolsos a las por los puertos patagónicos.
La decisión dada a conocer ayer por el intendente Héctor Gay, luego de conocerse el decreto del presidente Mauricio Macri de poner fin a ese de , supone una victoria moral para quienes vinieron levantando la de la equidad entre todos los puertos de la Nación, desde las anteriores autoridades portuarias locales hasta el jefe comunal actual, pasando por varios legisladores y entidades vinculadas con nuestra estación marítima.
También demostró que el subsecretario de Puertos, Jorge Metz, no vendió humo cuando, durante una a la redacción de “La Nueva.”, el 12 de julio pasado, había anticipado que Macri iba a tomar decisión en tal sentido.
Y la certeza que obliga a hablar más de un triunfo de la igualdad entre Ingeniero White y sus pares ubicados al sur del río Colorado y de la defensa de los derechos e intereses locales más que de un grave impacto económico, tiene que ver con que la fruta, seguramente la carga que pudo resultar más perjudicada por los reembolsos patagónicos, se encuentra hoy atada a la crisis del sector frutero en el valle, con muy poca producción y muchas menos exportaciones que años anteriores.
El pescado, el otro gran sector afectado cuando los reembolsos se instrumentaron por primera vez en la década del ’80, desde entonces desapareció totalmente de los muelles locales, salvo algún que otro caso aislado y sin demasiada relevancia.
Ahora bien, la eliminación de los subsidios a los puertos patagónicos es, como dijo el intendente, una buena noticia porque el sistema de reembolsos impuso cambios imprevistos y arbitrarios para las empresas ligadas al negocio de exportación de contenedores y cargas generales por el puerto local.
Incluso supuso un golpe para el mismo Consorcio de Gestión que años atrás construyó un muelle multipropósito confiadas en la finalización del régimen.
Incluso los reembolsos generaban un precedente de riesgo para futuras inversiones destinadas al desarrollo de cargas exportables en contenedores.
Atado al servicio de transporte marítimo de contenedores se encuentran no pocas estrategias destinadas al desarrollo de pymes exportadoras, sobre todo porque la disponibilidad de buques (hoy hay uno semanal) depende de una masa crítica de cargas exportables que en la región de influencia del puerto tiene dificultades para ampliarse.
El decreto 1199/16, firmado por Macri, deroga el 2229/15 rubricado por Cristina Fernández por el cual se habían restablecido los beneficios en los mismos plazos y condiciones de la medida de promoción que nació en 1983,durante el gobierno de Reynaldo Bignone que otorgaba por un año un reembolso de hasta un 10 % sobre el valor de las mercaderías exportadas por dichas estaciones marítimas, sin importar el origen provincial de las mismas.
La segunda vez en que se aplicó una medida similar fue durante el gobierno de Carlos Menem, en 1995, con la diferencia que entonces los beneficios disminuirían paulatinamente (1% por año, hasta 1999). Luego se prorrogó y terminó por extinguirlos en 2006.
En la década del ’80 fue instrumentado so pretexto de activar, mediante medidas de promoción, la producción patagónica en tiempos de tensión con Chile, país que promovía exenciones fiscales en Punta Arenas.
Sin embargo, no pocos sostienen que respondió simplemente al lobby de dirigentes y ex legisladores patagónicos que terminó con las exportaciones de fruta y con la pesca de altura para White, dos actividades que habían llenado de puestos de trabajo a los muelles locales.
El decreto 1199 señala que se debe eliminar el beneficio como una de las “medidas tendientes a evitar incompatibilidades con los compromisos asumidos por la República Argentina en el marco de los Acuerdos suscriptos en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio” .
Publicado también en el Boletín Oficial, se introdujeron modificaciones al régimen de reintegros a las exportaciones que beneficia con reintegros a la pesca, la lana, la fruta y otras exportaciones patagónicas, sin importar los puertos por los cuales dichas producciones sean enviadas al exterior.
Medidas para bajar costos en el puerto local
El Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca dispuso bonificaciones tarifarias a diversas tasas que se aplican a los buques y a las cargas que operan en el sistema portuario local.
La medida tiene por objeto reducir costos y aumentar la competitividad del complejo portuario, con el consiguiente beneficio que se estima ver reflejado en los costos finales de la cadena logística.
Se dispuso bonificar con un descuento del 5% la Tasa por Unidad de Carga del inciso 1.1 del Apartado 1 – Tasa por uso de vías navegables, que queda en U$S 0,95 por tonelada.
También resolvió bonificar con un descuento del 20% la Tasa por Unidad de Carga del inciso 1.5 – Sobretasa por Uso de la Vía Navegable, que queda en U$S 0,40 por tonelada.
También estableció bonificar con un descuento del 21,5% los valores por tonelada o fracción de la yasa a las cargas.
El Presidente del Consorcio, Pablo Pussetto, destacó que este esfuerzo del ente se suma a las medidas impulsadas desde la subsecretaria de Puertos de Nación liderada por Jorge Metz, tomadas durante este año, tendientes a bajar el costo de los servicios de remolque y practicaje.
“Debemos seguir trabajando para mejorar la infraestructura y logística de acceso a nuestro puerto, para de esta manera seguir disminuyendo los costos para los productores”, sostuvo.
La bonificación establecida tendrá una vigencia de 1 año a partir del jueves pasado. Con esa medida también se pretende alentar al resto de los operadores y prestadores de servicios portuarios a que acompañen el esfuerzo del Consorcio de Gestión del Puerto. (Por Adrián Luciani; La Nueva)