La Conferencia Bitcoin 2021 en Miami, anunciada como el mayor evento de la historia de la criptomoneda, está cumpliendo las expectativas. Si allí el cofundador de Twitter Jack Dorsey aprovechó para resaltar la importancia de la divisa, también ha sido el lugar donde se ha hecho un anuncio que puede cambiar para siempre la evolución del bitcoin: El Salvador la admitirá como moneda de curso legal en los próximos días.
El presidente del país, el populista Nayib Bukele, anunció en un vídeo en dicha Conferencia que considera que el bitcoin “puede ser una de esas ideas” que haga del mundo un lugar mejor, por lo que presentará la próxima semana a la Asamblea Legislativa una ley que convierta al bitcoin en una moneda de curso legal.
“En el corto plazo, esto creará empleos y ayudará a aumentar la inclusión financiera a miles de personas que están al margen de la economía formal. Y en el medio y largo plazo, esperamos que esta pequeña decisión pueda ayudarnos a empujar a la humanidad al menos un poquito en la decisión correcta”, resumió en el vídeo.
Para poner en marcha esta iniciativa, el país se ha asociado con la compañía de monederos digitales Strike, con quien construirá la nueva infraestructura financiera del país. Esta empresa lanzó en marzo en aquel país su aplicación de pagos por móvil, que se ha convertido en todo un éxito de descargas.
Bukele ha recordado en un hilo de Twitter que en su país el 70% de la población aún no tiene cuenta bancaria y ha defendido que “la inclusión financiera no solo es un imperativo moral, sino también una forma de hacer crecer la economía del país, dando acceso al crédito, al ahorro, a la inversión y a las transacciones seguras”.
En este sentido, señala que los 6.000 millones de dólares que el país recibe anualmente en remesas extranjeras -y que suponen cerca del 20% del PIB nacional- podría llegar a través del bitcoin sin necesidad de intermediarios que se queden una parte en comisiones: “la cantidad recibida por más de un millón de familias de bajos ingresos aumentará el equivalente de miles de millones de dólares cada año”, afirmó.
En otra muestra de su populismo, especuló con que si el 1% del valor de mercado del bitcoin se invirtiese en El Salvador, “eso aumentaría nuestro PIB en un 25%”.
Si la Asamblea Legislativa aprueba la propuesta presidencial, algo muy probable dado que el partido de Bukele cuenta con una amplísima mayoría absoluta, el bitcoin tendrá consideración de moneda extranjera en el sistema bancario, por lo que permitirá operar de forma habitual.
Además, esto podría llevar a otros países a admitir la divisa como dinero. Por ejemplo, la ley comercial estadounidense define el dinero como “un medio de intercambio actualmente autorizado o adoptado por un gobierno nacional o extranjero. El término incluye una unidad monetaria de cuenta establecida por una organización intergubernamental o por acuerdo entre dos o más países”.
Al margen de consideraciones técnicas, el paso de El Salvador puede animar a otros países a seguir el mismo camino, y no solo a pequeñas naciones para cubrirse de las fluctuaciones cambiarias o evitar comisiones en las remesas. Gigantes como Rusia que quieren debilitar la posición del dólar como divisa de referencia mundial podrían hacer una apuesta similar. No en vano, su ministro de finanzas, Anton Siluanov, ha anunciado esta semana que eliminará los activos en dólares estadounidenses que están en su Fondo de Riqueza Nacional. (El Economista).