Apenas horas después de que la prensa británica informara sobre un supuesto plan para que Rusia ayudara a la Argentina a recuperar Malvinas, el Reino Unido anunció su decisión de incrementar la defensa de las Islas con el envío de dos helicópteros Chinook hasta hace poco destinados a la guerra de Afganistán y una inversión de 180 millones de libras (unos 267 millones de dólares) que se destinará a la infraestructura militar y civil del lugar en los próximos diez años.
El secretario de Defensa británico, Michael Fallon, fue el encargado de dar los detalles del plan a la Cámara de los Comunes de ese país, unas horas después de que adelantara la decisión en entrevistas con distintos medios. En su exposición, el funcionario de David Cameron adelantó que por el momento no tienen intención de enviar más tropas para reforzar el equipo de 1.200 personas (entre civiles y militares) que están destinadas a la base militar de Monte Agradable.
Este martes, el diario sensacionalista The Sun informó que el “presidente ruso (Vladimir Putin) estaría trabajando en un acuerdo para prestar 12 bombarderos de largo alcance a la Argentina, lo que ha incrementado los temores de una nueva invasión”. Una hipótesis que parece al menos improbable: semanas atrás, la propia prensa británica había informado que la Argentina descartó cualquier tipo de negociación por las aeronaves rusas.
Cuando en el Parlamento británico le preguntaron acerca de esa versión, el secretario de Defensa se excusó de responder por cuestiones de secreto de Estado. Aclaró, sin embargo, que Rusia no es la principal amenaza para los ingleses que viven en el lugar. “La principal amenaza para los isleños es el reclamo argentino de soberanía”, aseguró. Más temprano, en una entrevista periodística, había sugerido que la decisión se había tomado por porque el gobierno de Vladimir Putin “se volvió más agresivo en distintos lugares del planeta”.
Esta mañana, en cuanto se conoció la tapa del diario The Sun, el gobierno argentino aclaró que el país “no representa ningún peligro” para Gran Bretaña o los habitantes de las Islas. “No va a ocurrir nunca más una Guerra de Malvinas, porque eso fue claramente desatado por la dictadura militar con el objetivo de mantenerse en el poder”, sostuvo la embajadora argentina ante el Reino Unido, Alicia Castro, en Radio del Plata. Con su opinión coincidió el ministro de Defensa, Agustín Rossi. “Es sencillamente mentira. No hay ninguna política armamentista de parte de nuestro país”, aseguró en radio La Red.
Durante su exposición ante el Parlamento británico, Fallon insistió en que no podía “revelar muchos detalles” de la información de inteligencia que recibieron para tomar la decisión, pero aseguró que el refuerzo de la base militar “es proporcional a los riesgos y amenazas” que existen contra los isleños. En caso de necesidad, aseguró que incluso están en condiciones de enviar un grupo de jets de combate Typhoon.
“Puedo asegurar a los habitantes de las Islas que siempre estaremos disponibles para ellos y siempre los defenderemos”, aseguró minutos después el primer ministro David Cameron, según informó vocero del gobierno británico.
Los dos helicópteros Chinook que llegarán a Malvinas a mediados de 2016 cumplían tareas en la guerra de Afganistán desde el 2006. Se trata de dos aeronaves versátiles que pueden servir tanto para cargar materiales como desplazar tropas. Incluso, en caso de necesidad, pueden intervenir en un combate. “Proveerán movilidad táctica las 24 horas del día los siete días de la semana”, destacó el funcionario, que también remarcó la capacidad de rápida reacción que aportarán para el sistema de defensa británico en el lugar.
Aunque no dio muchas precisiones al respecto, Fallon informó que los 180 millones de libras a invertir en los próximos 10 años incluyen un proyecto para renovar los sistemas de comunicación de la base militar y remplazar la “estructura envejecida” del puerto de la ciudad, la red eléctrica y la pista de aterrizaje. Además, prevén cambiar el sistema de defensa anti-aéreo cuando quede fuera de servicio a fin de la década.
Sobre el final de la exposición de Fallon, un dirigente de la oposición le consultó por qué no se intentaba utilizar la vía diplomática en vez de reforzar la militar. El secretario de Defensa británico aseguró que su gobierno no tiene “ningún conflicto con el pueblo argentino”, pero consideró que la guerra de 1982, que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos, los obligaba a mantenerse alerta. “No debemos bajar nuestra guardia. La estamos reforzando. Tenemos el derecho de defender las Islas y la vida de sus habitantes. Esta es una estructura defensiva, no amenaza a nadie”, aseguró.
Durante la última década, el gobierno argentino cuestionó en distintos foros internacionales la “militarización del Atlántico Sur” que Gran Bretaña realizaba desde su base en Malvinas. El año pasado, el canciller Héctor Timerman incluso presentó una denuncia contra el Reino Unido por haber introducido armas nucleares en la región. Ahora queda por ver cuál será la reacción argentina ante los refuerzos militares que los británicos enviarán a las Islas.