Con la visita a los estudios de La Brújula 24 de Graciela Zubini, se llevó a cabo el 237º capítulo de IngenieroWhite.Com, dando a conocer aspectos de su vida relacionados muy profundamente con las raíces de nuestra localidad y su gente.
“No viví toda mi vida en White, pero actualmente lo hago en la casa donde nací, en calle Belgrano. Mi padre era un hombre muy solidario, trabajador y empresario; amé locamente a mis papás. Me casé muy de jovencita, antes de los 17 años, y recuerdo que mi papá me acompañó al registro civil. Era un ser adorable, pero muy rígido, muy tano. Me casé, tuve 3 hijos y siempre digo que nada fue fácil”, resumió Graciela sobre sus primeros pasos en la localidad.
“Me recibí en relaciones públicas y diplomáticas, trabajé en una embajada y, luego, llegó el momento de acompañar a mi esposo a Puerto Madryn, al ser nombrado secretario general del Somu. Fueron 25 años en esa ciudad, en los cuales seguí con mi carrera periodística y ayudé a mi marido en una de las gestiones más grandes, como fue la de construir un barrio de 204 viviendas. También estuve en Estados Unidos y en Europa; entre los 30 y los 40 años uno tiene la edad en la quiere hacer y dejar algo en la vida, y así fue”, puntualizó Zubini.
–¿Qué papel ocupa White en toda esta historia de vida?
–Siempre digo que siento un amor desmedido por White. Con mi marido no veíamos la hora de volver a nuestro lugar para estar con nuestra gente, amigos y vecinos de toda la vida. Amo a White, su aroma especial, su música; es algo que no se puede contar. Cuando volví lloré mucho de emoción porque me reencontré con la felicidad perdida durante 25 años.
“También es cierto que cuando regresé encontré algunos cambios importante, como gente no nativa de la localidad viviendo aquí o un crecimiento terrible del polo petroquímico. De todos modos, White no deja ser el lugar más hermoso de todos”, afirmó.
–Actualmente, pese al paso del tiempo, seguís vinculada muy de cerca a la localidad.
–Sí. Soy muy feliz haciendo “Viviendo realidades”, un programa tipo magazine en el cual tengo la suerte de trabajar con mi hija, lo cual es algo magnífico. Hago muchísimas cosas más, como escribir. Estoy haciendo dos libros, donde se encuentra un tributo a mi pueblo que relata hechos que sucedieron en White, como la explosión del tanque de YPF o el fusilamiento de los obreros en 1907.
Una carta a Francisco, con remitente whitense
“Siempre he luchado por el tema de las casas fisuradas en White para que la gente pueda tener su vivienda nuevamente en condiciones. En mi casa, por ejemplo, no puedo ni abrir las ventana por el desnivel que hay en la estructura. Eso me motivó, en el medio de asambleas y reuniones entre los vecinos, a escribirle una carta al Padre Francisco”.