Los seres humanos termorregulamos nuestra propia temperatura. Efectivamente, el termómetro puede marcar 36,8°C cuando usted se mide en su casa. Esto sucede porque generamos temperatura y el cuerpo se encarga de regularla.
Si tenemos calor, los vasos sanguíneos se dilatan y la piel se pone caliente y, con eso, irradia la temperatura hacia el exterior y la pierde. Porque tenemos calor, queremos perder temperatura.
Pero si tenemos frío, lo que se produce es la vasoconstricción, hay menos sangre en los vasos y se retiene temperatura, la conservamos.
Si usted tiene mucho frío, va a tiritar, para que los músculos, mediante contracciones, levanten la temperatura del cuerpo. Y eso funciona bárbaro en el organismo humano, y si usted se hidrata adecuadamente, anda todo bien.
¿Qué es el golpe de calor?
Cuando las temperaturas a nuestro alrededor son demasiado elevadas, por ejemplo, 39 ó 40 grados, nos ponen en jaque y no podemos termorregular.
Además, si a un día extremadamente cálido, le sumamos condiciones de humedad, más del 60% a nuestro alrededor, no podemos ni perder temperatura hacia el exterior porque se satura nuestros sistemas de termorregulación, ni la transpiración (otro mecanismo para autorregular) pasa al aire. Porque el aire no está seco, está húmedo como si yo tuviese una esponja húmeda sobre la piel.
Entonces, en esos días cálidos y húmedos, no podemos perder líquido. Al perder agua, el cuerpo se enfría, pero si el aire que me rodea está húmedo, es lo mismo que decir que estoy rodeado de una esponja con agua, lo que impide la pérdida necesaria hacia el exterior.
“Lo que mata es la humedad”, habrá escuchado esa frases cientos de veces, pues es cierto, ya que a la misma temperatura, se pierde menos agua por transpiración, que es lo que hace bajar temperatura corporal, la humedad impide que uno transpire y elimine temperatura.
Por supuesto, esto puede producir un malestar general, náuseas, vómitos, debilidad, alteraciones del nivel de conciencia, taquicardias, porque ocurre un proceso de deshidratación, la presión arterial baja, esto puede llegar a insuficiencia renal e incluso hasta la muerte. Estos son los efectos del golpe de calor.
¿Cómo prevenir el golpe de calor?
Lo principal es mantener una abundante hidratación. Ahora, ¿cómo sé si estoy bien hidratado? El cuerpo nos avisa cuando tenemos sed, pero, y esto es importante saber que la sed es tardía, es un mecanismo de alarma porque ya está deshidratado, al menos en un 3%.
Por eso se recomienda tomar agua antes de tener sed, beber varias veces en el día, de a poquito. Pero usted tiene un medidor propio, la orina. La orina debe ser de color transparente, esa es la forma de controlar que usted está bien hidratado. Si la orina está bien diluida, si es bien transparente, usted está correctamente hidratado.
Haga un experimento, vaya y tome dos vasos de agua ahora, o tres. Al rato, su orina va a ser casi del color del agua, porque le sobra y la está eliminando por vía renal. Ése es un medidor de hidratación.
Por eso mi consejo es tome mucha agua desde la mañana y lo que se dice siempre, vaya por la sombra, cuídese.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.
Fuente: Infobae