A un año de su llegada al cargo al frente de la Delegación Municipal, Lucía Velaustegui visitó los estudios de La Brújula 24 y formó parte de IngenieroWhite.Com compartiendo un balance de la gestión y los principales aspectos de la agenda de nuestra localidad.
EL LLAMADO DE SUSBIELLES
«Fue un año de gestión al frente de la delegación lleno de desafíos. Luego de mis experiencias en el Envión de Saladero, entre 2011 y 2017, y la jefatura en la agencia de PAMI, nunca abandoné la localidad. Incluso, como profesora de historia, estuve conectada con el Mosconi y la Técnica. Por eso, cuando Federico (Susbielles) ganó las elecciones y me propuso el cargo sentí una responsabilidad enorme», aseguró.
«Nuestro intendente tiene una gran capacidad a la hora de escuchar y transmitir sus puntos de vista y decisiones. Al momento de proponerme el cargo, él venía de estar al frente del Consorcio del Puerto y había dejado la vara muy alta. El acompañamiento y la confianza hicieron que me sienta preparada», completó.
EL TEMPORAL
«Nos conocimos con el grupo de trabajo en el mismo temporal. En esos momentos, me dí cuenta del equipo que tenía al lado. A las 4 de la mañana, luego de aquel 16 de diciembre, estaban todos sacando árboles sin descanso. Los trabajadores son de White y es una gran ventaja».
LA GESTION
«Siento que pudimos fortalecer la delegación durante el año. En junio, recibimos una pala nueva para completar nuestro stock de maquinarias. En cuestiones técnicas, incluso, aprendí un montón de cosas en el día a día. Hoy contamos con 6 obreros para los roles fundamentales, sumando a dos integrantes para las cuestiones administrativas, como el caso del servicio de las licencias de conducir, y una de limpieza. No somos muchos, pero trabajamos bien. La realidad también es que el ritmo de la gestión lo marca la gente», completó.
«Por otro lado, articulamos muy bien con las instituciones, como las sociedades de fomento, planificando mancomunadamente cada iniciativa. White tiene su propia organización y nos permite ordenar los temas, las prioridades y las necesidades de la comunidad. Y, a modo de cierre, vivimos con mucha alegría la sanción de la ley de San Silverio después de un año de mucho trabajo a nivel educativo y pedagógico en la localidad», cerró.