“La historia de la Iglesia en esta ciudad y en este Estado es realmente una historia que no trata solo de la construcción de muros, sino también de derribarlos”, manifestó el pontífice al iniciar la homilía que brindó completamente en español.
En ese sentido destacó “el esfuerzo de todos aquellos sacerdotes, religiosos y laicos que, con dedicación, durante más de dos siglos, han atendido a las necesidades espirituales de los pobres, los inmigrantes, los enfermos y los encarcelados”.
“Todo esto es un gran legado que ustedes han recibido y que están llamados a enriquecer y transmitir”, añadió.
En otro pasaje de su discurso, el líder de la Iglesia Católica llamó a “desafiar” a los jóvenes para que puedan mostrar sus “altos ideales y generosidad de espíritu” y, en ese marco, indicó que “uno de los grandes desafíos de la Iglesia en este momento es fomentar en todos los fieles el sentido de la responsabilidad personal en la misión de la Iglesia”.
“Nuestro reto hoy es construir sobre esos cimientos sólidos y fomentar un sentido de colaboración y de responsabilidad compartida en la planificación del futuro de nuestras parroquias e instituciones”, manifestó.
“De manera particular, significa valorar la inmensa contribución que las mujeres, laicas y religiosas, han hecho y siguen haciendo a la vida de nuestras comunidades”, completó.
“Rezo por cada uno de ustedes, y les pido que, por favor, lo hagan por mí”, finalizó Francisco en la muletilla que se convirtió ya en un clásico al terminar cada una de sus intervenciones.
El papa argentino llegó hoy a la ciudad de Filadelfia a las 9:42 hora local (10:42 hora argentina) en un avión de American Airlines procedente de Nueva York.
Además de la misa, Francisco participará hoy de la denominada “Fiesta de las familias y vigilia de oración” en el Benjamin Franklin Parkway, en el corazón de Filadelfia, donde cantará la artista Aretha Franklin.
Mañana encabezará un encuentro con los obispos invitados al Encuentro Mundial de las Familias, visitará a los presos del Instituto Correccional Curran-Fromhold y dará la Santa Misa de clausura del VIII Encuentro Mundial de las Familias.
Finalmente, a las 20 hora argentina llegará al aeropuerto internacional de Filadelfia para participar de la ceremonia de despedida y una hora después partirá hacia el aeropuerto de Ciampino en Roma, Italia.
Fuente: Télam.