Los trabajos, según están estipulados en el proyecto, serían entre la avenida San Martín y el Museo del Puerto.
Condicionada por el clima, esta semana se pondrían en marcha los trabajos de puesta en valor de la calle Guillermo Torres, intervención que se licitó en octubre de 2014 y que se fue postergando en el tiempo al punto que obligó a una renegociación de los valores de contrato con la empresa adjudicataria.
La recomposición de esa tradicional zona de cantinas en Ingeniero White, entre la avenida San Martín y el Museo del Puerto, superará de esta manera una etapa de incertidumbre en cuanto a su materialización, al punto de que han transcurrido cuatro meses de la llegada de la nueva administración sin resolverse todavía las cuestiones administrativas.
“Hubo que considerar un pedido de ajuste del contrato por parte de la firma, debido al tiempo que se demoró en adjudicar la obra, y también determinar si el municipio disponía de los fondos necesarios para completar una intervención que excede los fondos disponibles”, señaló a La Nueva. el secretario de Infraestructura, Guillermo Manrique, a poco de asumir.
La obra es una de las incluidas en el Plan Director de Ingeniero White, diseñado en 2009, a partir de un conjunto de intervenciones financiadas por las empresas del Polo Petroquímico y los Estados nacional, provincial y municipal. De acuerdo a lo indicado por las empresas involucradas a La Nueva., se concretaron trabajos por 20,6 millones, quedando un remanente de 5,6 millones destinados a estos trabajos.
Licitados en octubre de 2014, hubo una única propuesta de 8 millones (de la firma Schlosser Ingeniería) y la demora de 8 meses en adjudicarla derivó en una solicitud de actualización por parte de la constructora, el cual llevó el valor a casi 10 millones de pesos.
La diferencia de poco más de 4 millones deberá aportar la comuna.
Una intervención similar a la que se realizó en Alsina
Los trabajos en la calle Guillermo Torres permitirán reconvertir a esa arteria, hoy de empedrado y en muy malas condiciones. De esa manera, va a adquirir características similares a la semipeatonal Alsina.
La calzada será de pavimento articulado, veredas al mismo nivel que la calle, separada por bolardos, un equipamiento urbano con bancos, papeleros, bicicleteros y luminarias y una variada forestación.
Para el intendente Héctor Gay, la intervención resultará “muy importante” para la localidad portuaria, al renovar un área que hoy está degradada y que ha sido una postal del lugar.
Fuente: Mario Minervino para La Nueva.