Acompañado por la secretaria de Gestión Ambiental, Adriana Chanampa, el funcionario destacó que luego de mantener conversaciones con vecinos del barrio se dispuso ampliar el operativo de seguridad mediante la Guardia Urbana.
Aclaró además que “la fiesta requería autorización municipal, y para ello tuvieron que cumplir determinados requisitos. Se estipuló el factor de ocupación y se les exigió un seguro mayor de acuerdo a la cantidad de asistentes”.
“Todos los requerimientos previos fueron cumplidos pero los vecinos se quejaron por ruidos molestos. Estuvimos en el lugar y realmente se constató que el sonido era elevado, y también se comprobó la utilización de fuegos artificiales, lo que está expresamente prohibido”, explicó.
Adriana Chanampa, sostuvo que “las actas de infracción por ruidos molestos y uso de pirotecnia fueron elevadas al Tribunal de Faltas para su tratamiento y resolución”.