“FERROWHITE es un MUSEO que también es TALLER”.
Ubicado en el lugar que fuera taller de mantenimiento de la ex usina general San Martín, Ferrowhite es un museo que aloja herramientas y útiles recuperados tras la privatización y el desguace de los ferrocarriles en Ingeniero White, Bahía Blanca y su región. Estas piezas, provenientes de distintos
talleres y dependencias, conforman una suerte de rompecabezas.
Saber cómo y para qué se utilizaban esas herramientas, de qué modo se organizaba el trabajo en el que se empleaban, y por sobre todo, quiénes las utilizaban, depende en gran medida del relato de los propios trabajadores ferroviarios.
Por ese motivo una de las actividades básicas y continuas del museo es la realización de entrevistas. Lo que en esas entrevistas aparece, sin embargo, es mucho más que información técnica. Cada voz testimonia una experiencia de vida y va tramando con las otras una compleja red de identidad y disenso, de solidaridades y conflictos.
Esa red, podría pensarse, es el retrato vivo que una comunidad hace de sí misma. Hoy, sin embargo, el mismo sentido de la palabra comunidad se ha convertido también en una suerte de rompecabezas. Por eso la otra actividad básica y continua del museo es la puesta en circulación de estos testimonios a partir de su cruce con múltiples soportes y lenguajes: cuadernos, volantes, almuerzos, videos, visitas
escolares, muestras, performances y, últimamente, obras de teatro intentan la apertura de un espacio de aparición de relatos plurales que permita la construcción de la memoria colectiva y la acción común.
ARCHIVO WHITE, TEATRO DOCUMENTAL
En relación con este trabajo, viene realizándose en el museo el proyecto de teatro documental Archivo White, experiencia en la que trabajadores del ferrocarril y el puerto ponen sus vidas “en escena” con la coordinación de un director de teatro y la colaboración del equipo del museo. Uno de los resultados
de este proyecto es “Marto Concejal”, obra en la que Pedro Marto, estibador en White, mozo de presidentes en Bariloche, zanjero para Gas del Estado en Comodoro Rivadavia y, entre otras tantas ocupaciones, candidato a concejal, allá por 1992, cuenta su vida.
El proyecto de teatro ha incluído, en 2006, la realización de un evento masivo denominado
“Nadie se despide en White” y, recientemente, la presentación de la fonoplatea de Pedro Fontana Reyes. La elaboración de estas obras, cuadros o rutinas dramáticas es lenta y compleja. Implica un proceso de diálogo a varios niveles, que incluye la investigación histórica, la entrevista oral, la
recuperación de objetos y el trabajo dramático.
NUNCA SE SABE COMO SERA EL PASADO
Tal vez, la posibilidad de “lo común” pasa por conectar preguntas que habitualmente formulamos por separado: ¿Cómo contar el pasado? ¿Cómo pensar el presente? ¿Cómo imaginar el futuro? En abril, el museo editó “Cómo era Bahía Blanca en el futuro”, libro en el que Omar Chauvié recopila visiones
del porvenir aparecidas en la prensa bahiense de fines del siglo XIX. “Como era Bahía Blanca…” trata de las esperanzas y los temores de quienes vivieron aquí hace más de un siglo. Hoy, quienes vivimos en este mismo lugar podríamos preguntarnos ¿Por qué ya no imaginamos el futuro como lo hacían los bahienses de fines del siglo XIX? ¿Qué nos permite soñar y qué no, este presente? O en todo caso ¿Quiénes están imaginando el futuro por nosotros? De allí que la publicación de estos escritos, diera lugar a la elaboración de una serie de “prendas de supervivencia” que imaginan como será el vestuario de los bahienses y whitenses en los próximos veinte o treinta años. Una primera versión de estos vestuarios fue “desfilada” durante la presentación del libro, y se preveé una próxima intervención, sobre fin de año, que se centrará en el diseño de ropa de trabajo del futuro, a partir de un relevamiento de la vestimenta de ferroviarios, maestras, bomberos, camioneros, enfermeras, cubaniteros y barredores de cereal que transitan las calles de White, hoy.