La disparada del petróleo Brent tras los ataques a los oleoductos de Arabia Saudita duplicó la presión sobre el congelamiento de precios de crudo decretado por Mauricio Macri para el mercado argentino y llena de incertidumbres la actividad en Vaca Muerta, afectada por la suspensión de miles de trabajadores y por la fuga de gas de un pozo en Loma La Lata.
En agosto pasado, a través del Decreto 566/2019, el presidente congeló el barril criollo en u$s59 para evitar un brusco traslado a precios de la devaluación post-PASO.
En la misma norma se estableció un tipo de cambio de $45,19. Energía admitió que ese valor del dólar era irreal y luego de una flexibilización -inyección de $1.500 millones en subsidios- lo subió a $49,50.
Al mismo tiempo, se dejaron fijos los precios de las naftas y el gasoil en los surtidores. La medida se tomó con el respaldo de YPF, la principal empresa productora de hidrocarburíferas del país, que controla el 55% del mercado local.
Sin embargo, otras compañías del sector, las no integradas que extraen pero no refinan, expresaron sus quejas por el desfasaje de producir petróleo con precios de venta congelados, insumos dolarizados y un tipo actual por arriba de $60. Muchas de esas compañías hoy entregan sus productos a las refinadoras con un barril pesificado entre u$s40 y u$s42.
Esta situación no solo prevé una profundización de la baja de equipos, suspensiones y posibles despidos en Vaca Muerta. También pone en riesgo los planes de inversión para 2020, que comienzan a cerrarse este mes.
En el sector estiman que los 20 o 25 equipos nuevos que iban a comenzar a perforar el año que viene, ya no la hará. Aseguran que los inversiones dudan de mantener el interés aquí: en Permian se paga 30 dólares más por barril.
El ataque de los milicianos houtíes a la planta de la estatal saudí Aramco provocó una escalada del petróleo a nivel mundial. Aramco elabora el 5% de la producción mundial de hidrocarburos. El crudo que más subió (casi 18%) fue el Brent, que se extrae fundamentalmente en el Mar del Norte, y que desde hace varios años ya se toma como referencia en la Argentina.
En los mayores momentos de incertidumbre el valor del barril llegó a u$s71, pero luego recortó la suba y ahora anota un crecimiento del 10%. Hoy, se comercializa a u$s66,69 para entrega en noviembre en el International Exchange Futures (ICE), respecto al cierre del pasado viernes, cuando cerró en u$s60,23.
Si se tiene en cuenta el congelamiento de Macri vigente hasta mediados de noviembre próximo, en el país el crudo tiene un atraso de hasta 13% en dólares frente al precio internacional.
Demorarán dos semanas en controlar la fuga de gas en Vaca Muerta:
La empresa de mayoría estatal YPF trabaja en un plan diseñado por un equipo de expertos norteamericanos para contener la fuga de gas en el pozo exploratorio de Loma La Lata Oeste, en el yacimiento de Vaca Muerta de la provincia de Neuquén.
El fuego se inició el sábado a la madrugada y las llamas pudieron verse desde a varios kilómetros de distancia. Según informó oficialmente la petrolera de bandera, las tareas para retomar el control total del pozo podrían demorar entre dos y tres semanas.
Gremio de petroleros denunció 1.000 suspensiones por el congelamiento del petróleo:
Según alertaron desde el sindicato de petroleros, el congelamiento del barril en u$s59 provocó una falta de precios, una interrupción de comercialización, la cadena de pagos, el desabastecimiento de insumos, la pausa en la perforación y la suspensión de personal.
En Vaca Muerta trabajan unos 30.000 petroleros. Fuentes del sector estimaron que en las 11 áreas del yacimiento operaban más de 30 torres de perforación. Una torre opera con alrededor de 20 trabajadores, pero por cada equipo funcionando se cuentan unos 80 personas activas. El líder del gremio Guillermo Pereyra reveló que unos 1.000 operarios de Vaca Muerta fueron suspendidos por el Decreto 566.
Las que levantaron los equipos son las perforadas San Antonio, una firma argentina de capitales estadounidenses, Schlumberger y Baker Hughes y la canadiense Calfrac. “No quedó ni un set de fractura”, dijo Pereyra. El sindicato busca ahora firmar un acta con los empresarios para garantizar el pago de sueldos y evitar despidos.
Fuente: Ambito