Cuantas más investigaciones y estudios se realizan sobre las nueces y sus aceites, más virtudes se encuentran.
Las nueces contienen ácidos grasos omega 3 y omega 6, que estimulan el funcionamiento del sistema nervioso y son esenciales para la actividad de las neuronas. Está comprobado que las nueces son un alimento que ayuda a mejorar el rendimiento del cerebro, la capacidad de aprendizaje y la concentración.
La nuez también contiene ácido fólico, que contribuye a tener una buena memoria y prevenir enfermedades
Una fruta, mil beneficios
Las nueces contribuyen a regular el colesterol, disminuir los triglicéridos y controlar la caída del cabello. También mejoran el estado de la piel, combaten el acné, equilibran la grasa, favorecen la reducción de las arrugas y el rejuvenecimiento.
Estos frutos secos previenen también la osteoporosis, ya que poseen cobre, calcio y magnesio, recomendados para la buena salud de los huesos.
Las nueces tienen pequeñas cantidades de melatonina, la famosa hormona que regula el sueño por las noches y refuerza el sistema inmune.
Contienen además triptófano, un aminoácido que el cuerpo necesita para producir serotonina, sustancia relacionada con el estado de ánimo y el control del estrés. Por tanto, consumir nueces en la cena favorece la relajación y te puede ayudar a dormir antes y mejor.
La serotonina que contienen las nueces la convierten en un antidepresivo natural que, además de mejorar el estado de ánimo y controlar el estrés, favorece el descanso y la relajación
¿Cómo se cultiva?
El nogal se adapta a distintos tipos de suelos, aunque prefiere los profundos, fértiles y bien drenados. No tolera la sequía y es muy sensible a las heladas.
Es preciso podar la copa para mantenerla abierta y permitir una buena entrada de luz a toda la planta. El fruto, de color verde, se seca y quiebra al madurar.
La cosecha comienza a mediados de marzo y, gracias a su bajo contenido de agua, las nueces secas se conservan bien una vez recolectadas.
Fuente: LN