A una semana del aniversario de nuestra localidad y recordando su etapa al frente de la delegación, la 514º edición de IngenieroWhite.Com, emitida por La Brújula 24, contó con la presencia de Rubén Antonelli, quien revivió una buena parte de los años ’80.
“En su momento, fue una sorpresa para mí. No esperaba ser delegado bajo ningún punto de vista. El día que Juan Carlos Cabirón me dio el cargo me invadió una sorpresa terrible, pero me comprometí a no defraudar a mi comunidad”, destacó.
“Después de una campaña muy dura, donde salvé mi pellejo y fui amenazado, en 1983 y hasta 1991 fui el primer del delegado de la democracia en Ingeniero White”, completó.
–¿Qué recuerda de ese tiempo, sobretodo en la etapa del centenario de la localidad?
–El centenario fue el boom. La comunidad se despertó después del letargo. Mi gestión apuntaba a estar en contacto con las instituciones y unirlas. La cuestión, en definitiva, era maquillar los frentes, pintar las casas, darle vida a un pueblo gris y dormido.
“En esos tiempos, uno trataba de amalgamar los criterios de la gente por el bien de White. Y fuimos acomodando todo. Dejé la delegación con 60 cuadras pavimentadas, con iluminación. Fue un volver a vivir y siempre voy a agradecer el apoyo de la gente”, agregó.
“Si hoy fuera delegado apuntaría a juntar a todos porque las asperezas se liman y lo importante es unir. Luego de estar en once instituciones diferentes, el Club de Leones es lo que hoy en día me une con la localidad, siendo el socio más antiguo de la institución”, cerró Antonelli.