Los empleados en relación de dependencia recibirán, con la aprobación del blanqueo propuesto por el Ejecutivo, un beneficio adicional: su aguinaldo quedará liberado del pago del Impuesto a las Ganancias.
Pese a que es una buena noticia, esta medida ya genera ruido. Al menos así lo manifestaron desde IDESA, donde recordaron que se discrimina a los trabajadores autónomos que deben mirar las mismas deducciones pero, al no cobrar un sueldo anual complementario, no podrán gozar de esta ventaja.
«Al favorecer sólo a los asalariados, la medida persevera en el tratamiento impositivo desigual para contribuyentes con iguales niveles de ingresos», advierte el documento. Esto, además, termina provocando que los emprendedores carguen con una presión fiscal cada vez mayor.
¿Cuál es la diferencia en la incidencia del impuesto según la modalidad de trabajo? Tomando un trabajador soltero sin hijos con una remuneración de $35.000 mensuales, la consultora calculó que:
• Si trabaja en relación de dependencia paga un 11% de Ganancias.
• Si es autónomo, abona un 25% por el gravamen.
Desde IDESA aclararon que si bien la diferencia se reduce a mayores niveles de ingresos, el autónomo siempre paga más impuesto que un asalariado debido que tiene deducciones inferiores por lo que más rápidamente empieza a ser alcanzado por la alícuota máxima (35%).
Además, también es alcanzado por el IVA y los impuestos provinciales y municipales. «En definitiva, un pequeño emprendedor termina siendo tratado por el Estado como si fuera una gran corporación», concluyó.