La convocatoria llega en medio de un rápido crecimiento de la cantidad de buques de 18.000 teu en servicio, y de un mayor número de incidentes, en particular incendios. Unas pocas semanas atrás, Maersk Line impuso una prohibición sobre los embarques de hipoclorito de calcio, a raíz de un reciente incendio y explosión en uno de sus portacontenedores de 8.400 teu, el “Maersk Seul”.
En 2013, una falla en un propulsor de popa produjo una inundación de la sala de máquinas del “Emma Maersk”, de 15.500 teu. El incidente no solo dejó fuera de servicio por varias semanas al buque, sino que despertó el alerta en todo el sector.
No obstante, poco se ha hecho hasta el momento para encarar la cuestión del salvamento de los grandes – y aun, medianos- buques portacontenedores.
Svitzer Salvage, que acaba de fusionarse con otro gigante de la industria pesada, Titan, para formar Ardent, sugirió una posible solución hace unos pocos años, que implicaba la inversión en un sistema móvil de grúas que pudiera montarse sobre un buque portacontenedores de cualquier tamaño, incluyendo a los más grandes. El equipo sería almacenado en contenedores y mantenido en “standby” en Miami, listo para volar a cualquier lugar del mundo con escaso preaviso, y ser transferido a una barcaza que se dirigiría al encuentro del buque en problemas.
Svitzer estimó que un equipo de esas características sería útil en el 70/80% de los incidentes evaluados.
Peter Pietka, CEO de Ardent, y gestor de la idea en 2013 cuando estaba en Svitzer Salvage, cree que este es el momento oportuno para conseguir un amplio apoyo del sector, completado ya el proceso de fusión con Titan.
El grupo danés Maersk y la estadounidense Crowley Maritime combinaron formalmente sus empresas subsidiarias de salvamento para crear el 1º de septiembre una nueva entidad legal, Ardent, tras cuatro meses de trabajo de integración.
El costo del sistema móvil de grúas está en el orden de los USD10 millones, valor razonable si se lo compara con el precio de un buque portacontenedores grande (USD 150 millones), o con la pérdida de un barco de 20.000 teu a plena carga, que podría superar los USD2.000 millones.
Pero no solo los portacontenedores gigantes generan preocupación. Pietka sostiene que cualquier barco de 6.000 teu o más, plantea grandes desafíos, habida cuenta de la carencia de equipos que le permitan remover pilas de contenedores y aligerar sus cargas. Esto implica a cientos de buques portacontenedores que no podrían ser rescatados fácilmente, en el momento de entrar en dificultades.
Hoy por hoy, no hay equipamiento disponible para lidiar con ese tipo de incidentes. Los equipos de respuesta de emergencias deben alquilar grúas, remolcadores y barcazas a la industria del offshore, si es que las encuentran disponibles en las cercanías.
Mientras tanto, el número de barcos de más de 18.000 teu, crece semana a semana. (Por Janet Porter; Lloyds List. Adaptado al español por NUESTROMAR.