Entre el 13 y el 15 de marzo el doctor Daniel Vega y la doctora Andrea Castellano participaron de un evento regional que reunió a 2000 directivos y autoridades de todo el continente. Fue organizado y financiado por la Secretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación de Brasil y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC). Su objetivo fue analizar los avances y desafíos de la CRES 2018 celebrada en Córdoba para el centenario de la Reforma Universitaria.
“Al encuentro asistieron rectores, rectoras, vicerrectores, vicerrectoras, especialistas y funcionarios de más de 15 países, y el gobierno brasileño además de financiar todos los gastos de la organización y los participantes, anunció una inversión de más de 120 millones de reales en dos programas a desarrollar en la región”, explicó Vega
La Coordinación de la Formación del Personal de Nivel Superior (CAPES), dependiente del Ministerio de Educación de Brasil, y la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), firmaron un acuerdo de cooperación internacional para llevar adelante acciones conjuntas de cooperación e intercambio de investigadores en América del Sur, en particular entre docentes de las universidades de Brasil y de las universidades del resto de los países que forman parte de AUGM: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.
“Este acuerdo financiará proyectos de investigación sobre temas y problemas prioritarios para el desarrollo de la región, que justifiquen la movilidad de sus equipos docentes y la formación académica de sus integrantes a nivel de posgrado, especialmente en la modalidad de posdoctorado y doctorado sándwich”, explicó el rector.
Este plan estima como meta el apoyo de hasta 15 proyectos de investigación conjuntos por convocatoria, en áreas de interés común para ambas partes, en todas las áreas del conocimiento. Las áreas serán definidas, de común acuerdo, y especificadas en los llamados públicos. La duración del período de financiación por proyecto es de cuatro años, y el período inicial de promoción es de dos años, prorrogable por otros dos, de acuerdo con las reglas de las convocatorias.
El Programa conjunto apoyará también seminarios, talleres temáticos y encuentros. El objetivo es fortalecer la construcción de un campo común de conocimientos y la cooperación interinstitucional en materia de ciencia, tecnología e innovación, las ciencias sociales y humanas, el arte y la cultura.
“El mundo se ha vuelto más difícil en estos cinco años después de las CRES (2018). Muchas crisis se sobrepusieron, entre ellas la crisis climática. Estas crisis demandan que trabajemos todavía más en conjunto. La única respuesta posible es la profundización de nuestra integración regional (…) Para Brasil, la integración regional no es opción, es imperativo. Uno de los componentes de la integración es la movilidad académica”, explicó el ministro de Educación de Brasil, Camilo Santana, durante la apertura de la CRES+5, al anunciar la firma del acuerdo y su financiamiento por parte de su Gobierno.
Un derecho humano universal y un bien público social
La modalidad de trabajo fue mediante simposios con documentos y sus conclusiones en distintos ejes, que luego fueron incorporados a un documento final que guiará por los próximos cinco años las políticas conjuntas de educación superior de la región. El documento final ratificó lo establecido en 2018, que “la educación superior es un derecho humano universal y un bien público social que debe ser garantizado por los Estados”, explicó Castellano.
Algunos ejes fueron la educación superior como parte del sistema educativo, la diversidad cultural y la interculturalidad, la internacionalización y la integración regional, la educación frente a los desafíos sociales, la investigación científica y tecnológica y el papel estratégico de la educación superior en el desarrollo sostenible de América. “A pesar de las diferentes temáticas, los participantes en los grupos de trabajo compartimos la certeza de que la educación superior es la principal vía para combatir la exclusión, las desigualdades locales y regionales, una herramienta para promover el desarrollo sostenible y frenar los perjucios del cambio climático”, agregó la vicerrectora.
“Fue muy alentador ver que existen en todo el continente amplios consensos acerca de las prioridades para los próximos cinco años, que permitan avanzar hacia el objetivo común de una educación superior de calidad, inclusiva y con equidad para todas las personas”, concluyó la vicerrectora.