Cuando fue terminado tres años atrás, se esperaba que 350 personas trabajaran en este edificio. Hoy apenas lo hacen 35, que mantienen vivas sus arterias indispensables a la espera de una buena noticia que no llega.
Afuera, el escenario es igual de estático. En las 41 hectáreas sobre las que se levantó TecPlata, el puerto de contenedores construido por la empresa filipina Ictsi en Berisso, hay 13 gigantescas grúas, 18 tractores, 1000 puntos de enchufe para contenedores refrigerados y una máquina que puede escanear hasta 90 contenedores por hora. La obra costó US$450 millones que fueron aportados por el consorcio asiático tras obtener en 2008 una concesión para operar el puerto por 30 años.
“Es como un departamento a estrenar, todo el equipamiento es nuevo”, dijo el gerente de TecPlata, Eduardo Zabalza. “Cuando Ictsi decidió la inversión lo hizo sin retacear y en un momento muy difícil, durante la crisis de las hipotecas”, añadió. Y aunque tiene capacidad de 450.000 contenedores al año que puede expandirse a 900.000, la actividad le escapa a esta moderna terminal. La excusa esgrimida es la falta de conectividad: es necesario edificar un acceso de tres kilómetros a la Autopista La Plata-Buenos Aires que permita el ingreso y salida de camiones de carga. Las obras se prometieron durante el kirchnerismo, pero finalmente no se concretaron.
Luego de años de parálisis, el cambio de Gobierno trajo esperanzas de inyectarle vida a este gigante portuario, que puede generar 12.000 puestos de trabajo directos e indirectos en plena capacidad. En marzo, ejecutivos de la firma filipina se reunieron con el presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal , quienes prometieron que los accesos estarán listo a finales de 2019. “Realmente nos sentimos muy respaldados por la autoridad federal y el gobierno de la provincia”, dijo Zabalza.
El Ministerio de Transporte reconoció a LA NACION este impulso. La prolongación de la Autopista Buenos Aires-La Plata desde el empalme con la ruta provincial 11, a la altura de diagonal 74, hasta la avenida del Petróleo Argentino, atravesando la parte trasera de la refinería de YPF en La Plata hasta llegar al acceso sur a Tecplata se inició en 2013 y se detuvo en 2015 por falta de pago cuando apenas registraba un 7,6% de avance. La construcción de los 11 kilómetros proyectados requerirá unos $2000 millones de inversión y se reiniciará este año, luego de que la nueva gestión saldara la deuda con Esuco y Helport, las empresas a cargo de la obra.
“Este proyecto podría ser muy importante para el crecimiento de la ciudad, no solo por lo que implicaría la reactivación del puerto, que sería muy importante para La Plata, Berisso, y Ensenada, sino que además permitiría el desarrollo económico de la zona Sur, donde se encuentran localidades con poco desarrollo productivo”, señaló a este diario una fuente de la intendencia platense, que pidió permanecer anónima.
A pesar de las expectativas generadas, hay todavía causa para preocuparse en TecPlata. Es que la concesión del Puerto de Buenos Aires se vence en 2019 y existen planes para ampliar su capacidad, cuando buena parte de esos cargamentos ya podrían ser operados en la terminal de Berisso. “Ese proyecto requiere inversiones privadas y públicas muy grandes. ¿Para qué van a hacer un desembolso allí cuando acá ya está hecho y con el valor inmobiliario que tiene la zona de Puerto Madero?”, se preguntó Zabalza.
Mientras se resuelve esta cuestión, TecPlata espera en silencio su oportunidad para desperezarse y asumir el rol protagónico en el comercio exterior argentino que sus dueños una vez imaginaron.
Fuente: La Nación