La escalada del langostino permitió este año alcanzar una nueva marca record. Los desembarques del crustáceo alcanzaron las 137.953 toneladas, de acuerdo a cifras preliminares de la Subsecretaría de Pesca de la Nación.
Cuando todavía falta contabilizar las últimas operaciones en los muelles, la cifra señala un crecimiento del 8,4 por ciento en relación al mismo período del año pasado. Durante 2014, vale recordarlo, se acumularon 127.249 toneladas.
El volumen declarado en 2015 es el más alto que registra la historia de la pesquería.
Como se advierte en el gráfico, se trata de la tercera temporada consecutiva que el sector concluye con descargas por encima de las 100 mil toneladas; aunque el fenómeno como contracara tuvo una baja de precios.
Con una mirada un tanto más retrospectiva, se puede advertir que en el período 1991-2014 se declaró un desembarco total de langostino proveniente del área patagónica de 1.032.600 toneladas, siendo más de la mitad de este desembarco (aproximadamente 653 mil t.) registrado en los últimos nueve años.
Los científicos del Inidep apuntan que el tiempo que tardaba un barco en completar la bodega pasó de 30/40 días en la década del noventa a 10 días o menos aún en los últimos años.
Al igual que en las últimas temporadas, durante 2015 la concentración de las operaciones en aguas nacionales, por momentos incluso fuera de la Zona de Veda Permanente de Merluza, permitió estirar el nivel de producción. Los picos de desembarques se registraron entre agosto (20.307 t.), septiembre (20.977 t.) y octubre (20.610 t.).
A lo largo de todo el año, la flota tangonera congeladora aportó un total de 88.683 toneladas; mientras que los costeros, 35.822; y los fresqueros, 12.807. Las restantes 638 toneladas pertenecieron a la flota de rada/ría.
Crecimiento bajo la lupa
Para los especialistas del instituto, entre ellos Daniel Bertuche, el hecho de retrasar el inicio de la temporada de pesca hasta que las concentraciones de langostino reclutado al arte de pesca se localicen en aguas de jurisdicción nacional no alcanza para explicar el salto dado por el crustáceo en los últimos años.
Tampoco puede ser explicado por un aumento del esfuerzo total aplicado, ya que el mismo sólo se ha producido significativamente en el área de influencia de la flota de Rawson.
“De acuerdo con la bibliografía consultada, la disminución de la abundancia de poblaciones de peces ha sido, en algunos ecosistemas, la causa de la aparición de altas e inusuales densidades de invertebrados comercialmente valiosos, que devienen en pesquerías monoespecíficas muy exitosas”, describen.
Fuente: Pescare.