El Guardiamarina Joaquín Borda cumplió sus 24 años de edad embarcado en el buque escuela “Esmeralda” de la Armada de Chile. Es el único representante de la Armada Argentina y del país a bordo de la embarcación.A fines de febrero arribó a la ciudad de Valparaíso para emprender una nueva aventura en su carrera profesional: compartir 233 días de navegación por los mares de América Latina y el Caribe en el marco del 63° Crucero de Instrucción chileno y del Encuentro “Velas Latinoamérica 2018”.
El Guardiamarina Joaquín Borda nació y creció en Ingeniero White, una ciudad que pertenece al partido de Bahía Blanca y se encuentra a pocos kilómetros de la Base Naval Puerto Belgrano: “Ingresé a la Armada Argentina en el 2013 y se dio porque vengo de una ciudad portuaria, lo cual fue inspirador para elegir la carrera naval; además siempre me interesó todo lo relacionado a las armas”, comentó el joven.
Al recordar su paso por la Escuela Naval Militar, Joaquín rememora las exigencias, el esfuerzo y la concentración que tuvo que afrontar para cumplir con uno de sus mayores deseos de formar parte de la Armada Argentina como oficial: “Todas las exigencias las cumplí con mucho gusto y placer porque era lo que quería para mi futuro. Fue una etapa de mi vida realmente muy constructiva a nivel personal y profesional”.
Para el joven Guardiamarina, la Armada es un estilo de vida y una profesión que siempre volvería a elegir: “Las horas que me demanda la Institución lo hago con gusto porque es lo que me gusta y apasiona. Me encanta navegar, el agua me da tranquilidad; y en un futuro me gustaría estar en la comandancia de un buque”.
Cuando se le preguntó qué significaba servir a la Patria, Joaquín no dudó en demostrar su pasión por lo que hace: “Es lo que siempre quise y deseé desde chico, siento un gran orgullo por mi vocación y servir a mi país es lo más grande que pude haber elegido”.
Para todo hombre de mar, la familia es el sostén necesario y primordial a la hora de iniciarse en la vida naval, y para el Guardiamarina Borda no es la excepción: “Mis papás sienten un profundo orgullo por la carrera que elegí y por cómo la estoy desarrollando. Si bien en cada embarque que hago paso tiempo alejado de ellos, como fue mi Viaje de Instrucción el año pasado en la fragata ‘Libertad’ y ahora en la ‘Esmeralda’, lo disfrutan conmigo y están muy contentos y orgullosos”. Además, destacó que una de las personas que más extraña a la hora de alejarse de Ingeniero White es a su abuela paterna, quien representa una figura muy especial en su vida.
Joaquín también recuerda uno de los momentos más importantes desde que ingresó a la Institución. En marzo del año pasado se embarcó en la “Libertad” en el marco del 46° Viaje de Instrucción Naval: “Los meses que duró el viaje fueron muy demandantes, aprendí mucho y salí con la base necesaria para enfrentarme día a día como oficial dentro de las unidades. Son experiencias que te ayudan a ver el mundo a través de los ojos del mar”.
Agregó que el mejor recuerdo de su viaje en la “embajadora de los mares” fue lo vivido en las grandes ciudades de Norteamérica y Europa y conocer otras culturas: “Mi viaje fue increíble; además interactuar con personal de otras Marinas del mundo o el personal invitado a bordo fue una experiencia nueva donde te sentís en compañía y contenido por un lindo grupo de personas”.
Amistad latinoamericana
El Guardiamarina Joaquín Borda se encuentra en la ciudad de Ushuaia, el cuarto puerto que comprende el itinerario del 63° Crucero de Instrucción y Encuentro Internacional de Grandes Veleros 2018, organizado por la Armada de Chile con motivo de su bicentenario. Embarcado en comisión a bordo del buque escuela “Esmeralda” cumple la misión de representar a la Armada Argentina, de fortalecer los lazos de amistad e incrementar sus conocimientos profesionales.
Al arribar al buque en febrero, destacó que el grupo de Guardiamarinas de la Armada de Chile es excelente y con una gran calidad humana: “Desde que llegué estoy haciendo muy buenos amigos que van a perdurar para siempre. Me siento uno más de la dotación, la tripulación me recibió con mucho afecto”.
“Es una experiencia que me completa desde mis conocimientos náuticos y la vida de cámara entre los compañeros. También se crea el clima para compartir experiencias, hay muchas similitudes con nuestra Armada y los ayudo en ciertas tareas diarias lo cual facilita más la interacción con ellos”, agregó.
Para Borda, representar al país es un gran honor y una gran responsabilidad al ser el único argentino en la “Esmeralda”; y agregó que el Encuentro de “Velas Latinoamérica 2018” es un evento notable: “Compartimos muchos días de camaradería en los puertos visitados y así lo vamos a hacer hasta octubre. Compartimos anécdotas y experiencias, por ejemplo en el buque español ‘Juan Sebastián De Elcano’ nos dimos cuenta que tenemos muchas cosas en común; en cada puerto se genera una conexión fluida con las demás Marinas”.
También comentó que desde los 9 años toca la batería –se inició en el Club Whitense de su ciudad natal– y hoy, a bordo del buque chileno, integra una banda de música que está conformada por guardiamarinas: “Tocamos en todas las recepciones cuando arribamos a los puertos, hacemos temas de Soda Stéreo, entre otros músicos reconocidos. Me encanta y disfruto de todos estos momentos”, finalizó.
El pasado 17 de abril, Joaquín se reencontró con sus padres en el puerto de Buenos Aires. Un encuentro emotivo y necesario para recargar energías que le ayudarán a este joven marino a transitar su viaje hasta el regreso al país en octubre de este año.
Sobre el buque escuela chileno y el Encuentro Internacional de Grandes Veleros
El buque escuela “Esmeralda” es un buque de instrucción de la Armada de Chile de fabricación española e incorporado al país en junio de 1954. El bergatín-goleta chileno es gemelo del español “Juan Sebastián De Elcano” y el tercer velero más grande del mundo.
Han sido numerosos los cursos de guardiamarinas, marineros, cadetes y grumetes que han navegado en sus cubiertas en diversos cruceros de instrucción. Los oficiales egresados de la Escuela Naval Arturo Prat y personal de mar egresados de la Escuela de Grumetes Alejandro Navarrete Cisterna realizan la instrucción durante un año.
A lo largo de sus navegaciones, el “Esmeralda” ha recalado en más de 300 puertos de todo el mundo en su calidad de buque escuela y embajada flotante. Su Comandante es el Capitán de Navío Sebastián Gutiérrez y su tripulación es de 300 personas aproximadamente.
La “Dama Blanca” zarpó el 24 de febrero y recorrerá un total de 22.300 millas náuticas, sumándose a las celebraciones del Bicentenario de la Armada de Chile. Este año, ya visitó los puertos de Cabo Frío y Río de Janeiro (Brasil); Montevideo (Uruguay); Buenos Aires y Ushuaia (Argentina). Arribará a los puertos de Cabo de Hornos, Punta Arenas, Talcahuano, Valparaíso y Antofagasta (Chile); Callao (Perú); Guayaquil (Ecuador); Balboa (Panamá); Willemstad (Curazao); Cartagena de Indias (Colombia); La Guaira (Venezuela); Santo Domingo (República Dominicana); Cozumel y Veracruz (México) y al retornar a Valparaíso, recalará en los puertos de Iquique y Quintero.
El Encuentro Internacional “Velas Latinoamérica 2018” comenzó el 25 de marzo en Río de Janeiro, Brasil, y se desarrollará durante un tramo en coincidencia con el Crucero de Instrucción. El evento náutico es el tercero en su tipo, se realiza cada 4 años y en esta oportunidad es organizado por la República de Chile. Grandes Veleros de 10 países recorrerán ciudades de Latinoamérica y el Caribe propiciando un intercambio profesional, intelectual y cultural que fortalece los lazos de confraternidad y amistad entre las diferentes naciones, Armadas participantes y puertos visitados.
Nota: Gentileza La Gaceta Marinera.