Es que -en función de los antecedentes inmediatos- cabe recordar que el año pasado el Sindicato de Aceiteros realizó un histórico paro que duró 25 días consecutivos y ahora existe el temor latente que en 2016 se repita una medida de similares características.
Daniel Yofra, titular del Sindicato de Aceiteros, adelantó que “nos estamos preparando para ese momento analizando con los compañeros qué medidas vamos a tomar en caso de no llegar a un acuerdo”.
“A nosotros el número de inflación interanual nos da 40% y bajo ningún punto de vista nos podemos bajar de esta cifra”, advirtió Yofra. “De todas maneras, los aumentos pasan por lo que se necesita un trabajador para vivir dignamente”, aclaró.
Entonces, según sus cálculos, ¿cuánto necesita un trabajador para vivir dignamente?. “No tenemos un número exacto, pero creemos que un salario mínimo, vital y móvil hoy debería estar cerca de los 20 mil pesos”, respondió el sindicalista.
Actualmente en el sector aceitero el sueldo promedio se encuentra en torno a los $ 16.000 (sin contar premios); mientras que un salario básico de un peón recién ingresado se ubica en $ 14.300; al tiempo que las categorías superiores reciben unos $ 18.000.
En este contexto, el próximo 6 de marzo en Rosario se realizará un Plenario Nacional de Delgados de la Federación de Trabajadores del Complejo Oleaginoso (F.T.C.I.O.D) en donde se definirá el porcentaje de aumento que reclamarán a los empresarios.
Por de pronto, al parecer, la postura previa de las empresas del sector sería llegar a un acuerdo salarial en línea con la inflación que prevé el Gobierno nacional para este año (que se encuentra entre un 20% y un 25%).
“Obviamente no vamos a estar de acuerdo con este planteo y las bases no lo van a permitir: el Gobierno proyecta una inflación a futuro y nosotros vamos a reclamar por el sueldo que se viene perdiendo todos los meses”, adelantó Yofra.
“Nuestro sector es uno de los más beneficiados por las medidas que tomó el Gobierno y le fue muy bien en los últimos 12 años desde la devaluación del 2001; no pueden argumentar que no están en condiciones de pagar buenos salarios”, agregó.
Para tener una referencia, el año pasado los sindicalistas empezaron reclamando un aumento del 48%; luego bajaron sus pretensiones al 42%; para después aceptar un 36% (que el kirchnerismo no homologó) y finalmente cerrar en un 27,8% más adicionales.
En este sentido, quizás los sindicalistas se vieron presionados por la opinión pública dado que el paro de 25 días se empezaba a sentir no solo en la cadena de pagos del sector, sino también en los supermercados que limitaron las ventas de aceites.
Fuente: lapoliticaonline.com