Cristina Kirchner ingresó este martes en el último mes de su mandato como Presidente de la Nación. El reciente nombramiento de auditores de La Cámpora y la prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso demuestran que la Jefa de Estado continuará tomando decisiones hasta el último día de su gestión.
Uno de esos actos de gobierno que el Ejecutivo quiere cerrar antes del desembarco del próximo Presidente es la compra de aviones de combate para renovar la flota de la Fuerza Aérea Argentina. Según supo Infobae, una delegación de la empresa estatal Israel Aerospace Industries (IAI) llegó al país en los últimos días para definir los detalles de los contratos.
La decisión política ya está tomada: la Argentina avanzará con la adquisición de 14 aviones supersónicos Kfir C-10 Block 60 para cubrir el hueco que dejó la jubilación de los Mirage III, que el 3 de septiembre de este año dejaron de estar operativos.
Tiempo atrás, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, aseguró que la compra de los Kfir se pensó como una transición para cubrir el bache (o stop-gap) que se produjo en la fuerza. El objetivo primario era reemplazar los Mirage por 24 cazas de combate Saab Gripen, similares a los que adquirió el año pasado Brasil. Sin embargo, estas máquinas recién podrían estar listas a mediados no del próximo gobierno, sino del siguiente.
Si bien todavía falta revisar la letra chica del acuerdo, el costo total sería de 360 millones de dólares. Una vez firmado el contrato, el primer avión llegaría al país en 20 meses. Lo llamativo del caso es que el gasto deberá ser afrontado por el próximo Presidente de la Nación sin haber sido consultado sobre la operación.
El entendimiento con la IAI que se firmaría en las próximas horas incluiría un compromiso de la compañía israelí para comercializar
30 jets entrenadores PAMPA III, desarrollado en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA).
El 11 de septiembre, Cristina Kirchner había aumentado el presupuesto del área para avanzar con la incorporación de “aeronaves supersónicas”. Estos fondos se suman a los que figuraban en la Ley de Presupuesto Nacional de 2014 para el mismo fin y no fueron ejecutados.
“Cachorro de León”
El kfir (en hebreo: cachorro de león) C-10 Block 60 es un avión de combate multipropósito supersónico. Su diseño está basado en la estructura del avión de combate IAI Nesher, el cual es a su vez desarrollo del Dassault Mirage 5, gracias a la labor de espionaje industrial realizada por el Mossad.
El logro del Mossad fue la obtención de los planos originales del cazabombardero de fabricación francesa Mirage 5, tras el embargo del gobierno del General Charles de Gaulle de exportar el Mirage 5J, que había comprado Israel. El Kfir, sin embargo, no fue una simple copia, sino que el proyecto conllevó un desarrollo y unas mejoras sobre el Mirage original. Entre ellas se destacan la novedosa aviónica de fabricación israelí y la propulsión por una versión del motor General Electric J79 en lugar del motor SNECMA Atar 09C del Mirage.
La versión del Kfir C-10 es un nuevo rediseño sobre la base del anterior Kfir C-7. La sección delantera del C-10, desde las tomas de aire y la cabina, se ha renovado, ofreciendo mejor visibilidad al piloto, así, presenta forma de cúpula y el parabrisas delantero ya no tiene los dos postes verticales, tiene una sonda de reabastecimiento de combustible en vuelo instalada de fábrica, y un morro alargado, donde se aloja la nueva aviónica de esta versión.
La nueva cabina modernizada con comandos de vuelo HOTAS incluye una mira sobre el panel de control HUD mejorado, dos nuevas pantallas planas multifunción a color de 4,4 pulgadas (127×177 mm), mostrándose la información del nuevo radar en la pantalla izquierda, mientras que la derecha normalmente presenta parámetros de vuelo.
También cuenta con un panel frontal de control y apoyo, para el sistema de información en el casco del piloto. El radar multimodo Elta EL/M-2032, desarrollado a partir del Elta EL/M-2035, aumentó la capacidad para misiones de combate “aire-aire” o misiones de ataque “aire-tierra”, y otorga al nuevo Kfir C-10 la capacidad de utilizar el misil de radar activo RAFAEL Derby, así como las últimas versiones del misil infrarrojos RAFAEL Python.
Estos aviones ya fueron reemplazados por otros más modernos en los Estados Unidos e Israel. Uno de los pocos países que los sigue utilizando es Colombia, cuyas operaciones generaron algunos inconvenientes. A mediados de 2015, luego de constantes incidentes en los vuelos de los aviones Kfir C10 y C12 de la Fuerza Aérea Colombiana, diez pilotos decidieron “colgar los cascos” para reclamar la baja de este tipo de máquinas.
Colombia tenía previsto que su flota de Kfir estuviera operativa hasta 2025. Sin embargo los reiterados problemas detectados y la caída de estos aviones en distintos tipos de accidentes, llevaron a la Fuerza Aérea a iniciar un proceso de evaluación que podría incluir el reemplazo de las máquinas israelíes en los próximos años.