No será la primera vez y probablemente tampoco la última. El Gobierno busca cerrar filas en torno a la posibilidad de que los exportadores adelanten una parte de su liquidación de dólares a cambio de un cupo más importante en la comercialización al exterior de trigo y maíz. El mecanismo utilizado en numerosas oportunidades durante 2014 buscaría alimentar las reservas del Banco Central, en momentos donde crece en forma sustancial la demanda de dólar ahorro y la perspectiva del resto del año no genera certidumbre, ya que habrá que pagar vencimientos de deuda relevantes con esas mismas divisas. Por ahora, se negocia un cupo adicional de entre 500.000 toneladas y 1 millón para el trigo (que se suman a los 2,5 millones autorizados el año previo). En cuanto al maíz se habilitarían 2 millones de toneladas más, cuando el año pasado se había acordado un cupo de 8 millones.
Varios datos fortalecen las gestiones de Economía pero, también, la permeabilidad de los exportadores. Es que Kicillof & Co. han detectado que existe entre los productores cierta expectativa con la idea de “sembrar trigo con la actual administración y cosecharlo con el próximo gobierno”. En este contexto, el rumor generó expectativas en el mercado de granos desde hace unos días, dado que se especulaba con un impulso a los precios del castigado cereal.
Por un lado, el dato que circula en varios despachos del ministerio de Economía es que, según las proyecciones, varios sectores del agro “embolsarían” sus granos hasta octubre, con la finalidad de lograr mejores condiciones económicas una vez elegido el nuevo Gobierno: el número que se maneja en el sector es de 20 millones de toneladas, algo similar a los 18 millones de toneladas que habían resguardado en 2014 hasta comienzos de octubre especulando con un reacomodamiento del tipo de cambio. Del universo de 58 millones de toneladas que podrían cosecharse, el 35% quedaría en silobolsa hasta nuevo aviso.
Por otro lado, el freno a la devaluación para mantener la inflación por debajo del 2% mensual echa por tierra cualquier especulación por parte de los productores y exportadores. En lo que va del año, el Banco Central apenas devaluó la moneda 4,6% y en los últimos 12 meses ese cálculo arroja solamente un 10% frente a la fuerte escalada de los precios.
Según estimaciones, con un saldo exportable teórico para el maíz que esta cosecha rondaría las 23 millones de toneladas, el margen de exportación sería de 14 millones, cuando los permisos llegan solamente a los 8 millones. En rigor, en los últimos dos meses del año previo, se oficializaron Registro de Operaciones de Exportación (ROEs) de maíz por 6,22 millones de toneladas aunque en lo que va del año se autorizaron ROEs por apenas 1,4 millón. A la vez, un dato que llama la atención es que al 25 de abril pasado, los exportadores habían comprado 7 millones de toneladas de maíz, 3 millones más que lo adquirido en la misma fecha de 2014. Para una fuente del sector, “esto revela que muchos exportadores parecen esperar que el Gobierno va a habilitar una cantidad mayor de exportación en breve”.
En octubre del año pasado, el Gobierno había alcanzado un compromiso con las cámaras de exportadores para ingresar u$s 5.700 millones antes de fin de año, al autorizar la exportación de 400.000 toneladas de trigo y 100.000 de harina adicionales, además de otras 500.000 toneladas de maíz correspondientes a la cosecha 2013-2014.
En el sector sostienen que las condiciones económicas deben cambiar para que el trigo y el maíz vuelvan a ser rentables. Señalan que el poder adquisitivo del trigo ha caído en el último año y que mientras en 2014 se necesitaban 2,7 toneladas del grano para construir un metro cuadrado en la ciudad de Córdoba; hoy se necesitan 6,3 toneladas. Lo mismo ocurre con el maíz, cuya necesidad de mayor producción creció de cuatro a 6,7 toneladas.
Por otro lado, la liquidación de divisas producto de la exportación de granos alcanzó en la última semana un acumulado anual de u$s 3.913,88 millones, la cifra más baja para la época del año desde 2007, cuando en ese mismo momento se registraron u$s 3.268,35 millones. Si se compara la última cosecha de soja, a la cual corresponde la actual liquidación, que alcanzó el récord de 55,6 millones de toneladas, con la de 2006, que fue la que se exportó en la primera parte de 2007, la diferencia es de 17,3% en favor de la recolección de 2014.Asimismo, los valores actuales de la oleaginosa, a u$s 350 la tonelada en el mercado de Chicago, son 25% superiores a los u$s 280 promedio de 2007. Sin embargo, la liquidación actual es apenas u$s 600 millones superior a la de hace ocho años atrás, y la más baja desde 2007 a esta parte. Esto da cuenta que los menores registros de divisas que se computan en la actualidad no responden ni a valores inferiores en stock de granos, como tampoco a malos precios de la soja en Chicago, sino a la mera especulación de los grandes productores. El último reporte de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) precisó que en la última semana se contabilizaron u$s 507 millones, 38,5% menos que lo registrado en la misma semana de 2014.
Fuente: cronista.com