A pocos días de cumplirse el tercer año de vida de la Estación de Rescate de Fauna Marina «Guillermo Indio Fidalgo», el Biólogo Pablo Petracci formó parte de IngenieroWhite.Com Radio contando de qué manera continúan desarrollando sus tareas desde la sede que ocupan en Puerto Galván.
«La idea de esta estación la teníamos pensada entre muchas personas, incluso con Guille Fidalgo. Es un tema muy costoso. Detrás de cada animalito hay personas, instalaciones y recursos que no son fáciles de conseguir. Esta es una herramienta de sensibilización muy grande a la hora de dar a conocer noticias sobre la fauna marina del estuario y el centro, de algún modo, nos permite concientizar a la gente permanentemente», sostuvo Petracci.
Volviendo a los orígenes de la Estación, indicó: «Cuando confluyeron los intereses comunes entre el Consorcio del Puerto y Lanchas del Sur se pudo avanzar. Lanchas del Sur es un grupo de gente de White que nos aporta las instalaciones y toda la logística y embarcaciones. El personal de Lanchas colabora permanentemente con nosotros y trabajamos juntos a diario».
«Y por el lado del puerto, las gestiones anteriores y la que actualmente preside Federico Susbielles han compartido la mirada de un crecimiento responsable. Eso nos permitió ser una de las pocas estaciones del país y contar con ese recurso tan costoso que mencioné, a partir del apoyo del Consorcio», completó.
«Durante estos 3 años, han pasado alrededor de 500 animales, como tortugas, lobos marinos, pingüinos, flamencos y todo tipo de aves», remarcó Petracci quien además señaló que están trabajando en nuevas formas de compartir su trabajo con la comunidad siempre y cuando la pandemia permita retomar actividades presenciales de este estilo.
Por último, sobre la reciente aventura que involucró a la embarcación Valentino y el rescate de una tortuga marina de tipo cabezona, el biólogo resumió de qué manera se actúa en este tipo de acciones: «Llegan a nuestro estuario a alimentarse y los pescadores accidentalmente las atrapan en las redes. Ellos ya saben el trabajo que se está haciendo y están entrenados a la hora de reanimarlas y traerlas a la estación. Son aliados y sin ellos no podríamos hacer nuestra tarea. La idea es que los animales estén el menor tiempo posible y se los vuelva liberar. Hacemos un chequeo general y cuando sus parámetros son normales las largamos en el estuario o nos movemos hacia su ruta de migración. El desafío es permanente».