En el marco de los 87 años del castillo, Reynaldo Merlino, una de las personalidades destacadas que dejó su huella en el complejo donde funciona el Museo-Taller FerroWhite, compartió sus impresiones sobre la historia del recinto inaugurado el 1 de octubre de 1932.
“La fecha la vivo de forma anecdótica y lo importante es que todo siga funcionando cada vez mejor”, apuntó.
“Los primeros contactos fueron en el Museo del Puerto, en el año 1987, con una de las mejores representantes del área de Cultura que tuvo Bahía Blanca, como Isabel Barros. De ahí todo derivó en FerroWhite, como una ramificación del museo”, señaló Merlino.
“En ese momento, pasamos de una casa de chapa sobre unos pilotes a ocupar el taller de reparaciones de la usina. Es decir, de una escala muy pequeña a una magnitud extraordinaria, dándole un lugar a todo el patrimonio y recuperándolo para la comunidad”, remarcó.
“El castillo impresiona e impacta en cualquier momento, con sus 6 mil metros cuadrados y un diseño imponente que crea un paisaje de maravillas y ensueño”, concluyó.