El directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso una suba de tasas de 3 puntos para plazos fijos y letras Leliqs, tras conocerse el dato de inflación de febrero.
Subieron del 75% al 78%, lo que equivale a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 113,2%. En tanto, la tasa de pases, la de la línea de inversión y la de tarjetas quedaron sin cambios.
Así, el rendimiento mensual del plazo fijo tradicional pasa a ser del 6,41%, algo por debajo de la inflación de febrero que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos, que fue del 6,6%.
Esta suba deja la TEA por encima del dato de inflación interanual de 102,5% registrado en el segundo mes de este año y también por arriba de lo que espera el REM, que proyecta un costo de vida mensual promedio de 5,9% para los próximos 7 meses y uno anual de 100% para 2023.
Desde septiembre del año pasado (hace seis meses), el BCRA no tocaba el porcentaje de rendimiento de los plazos fijos.
En esa ocasión, había llevado la Tasa Nominal Anual (TNA) al 75% y la efectiva al 107%, lo que garantizó, a lo largo de todos estos meses, una ganancia para el ahorrista del 6,2% mensual.
Hasta el mes pasado, cuando la inflación fue del 6%, todavía le ganaba a la inflación. Pero el dato de febrero rompió esa relación beneficiosa para el ahorrista, que perdió 0,6% contra ese índice.
En ese contexto, se dispuso esta nueva suba de tasa del plazo fijo, que llevó el rendimiento mensual de ese instrumento al 6,41%, algo por debajo de la inflación de febrero que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos, que fue del 6,6%.
Tal como esperaba gran parte del mercado, se trata de un alza moderada, ya que muchos analistas esperaban que el ajuste de este jueves fuera superior dado el dato de inflación de febrero.
La suba se ubica en el límite inferior de lo que esperaba el mercado y está empatando a la inflación.
Es que el rendimiento mensual que pasa a garantizar el plazo fijo desde ahora está apenas alcanzando a cubrir el dato del IPC de febrero.
Se trata de un ajuste que lo que busca es cumplir con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que pidió una tasa real positiva para realizar los desembolsos previstos.
Sin embargo, hay algunas variables que justifican este nivel de suba del la tasa.
La nueva TEA se ubica por encima del dato de inflación interanual de 102,5% registrado en el segundo mes de este año y también por arriba de arriba de lo que espera el REM, que proyecta una inflación mensual promedio de 5,9% para los próximos 7 meses y una anual de 100% para 2023.
Si bien el ahorrista empatará con la inflación de febrero, en el total anual saldría ganando, contra el dato pasado y de cara a la proyección de los analistas.
Desde el Gobierno consideran que el dato de inflación de febrero fue tan elevado como consecuencia del shock de reacomodamiento del precio de la carne que se dio durante el mes.
La suba de la tasa de las LELIQ incrementará los pasivos monetarios en un contexto en el que es muy probable que las reservas del BCRA sigan chatas.
Además, un alza de tasas del plazo fijo derivaría en un encarecimiento del crédito, que es otro de los problemas para la economía argentina porque afecta fuertemente los bolsillos de las personas y al consumo, un problema grave, sobre todo en un año electoral.
Sin embargo, el BCRA decidió buscar que el impacto no sea tan fuerte en este sentido al dejar sin cambios las tasas la de la línea de inversión productiva (para las empresas) y la de tarjetas, que son una gran fuente de financiamiento para las familias y, en esta ocasión, quedaron sin cambios. (NA).