El presidente Alberto Fernández analizó que la reunión que tuvo con el papa Francisco en el Vaticano, la primera como jefe de Estado, fue “muy grata, más que grata”. El mandatario, quien hizo la primera parada en Roma en el marco de su gira europea, aseguró que con Bergoglio comparte “una suerte de obsesión, que es terminar con la disputa entre los argentinos”, y sostuvo que los dos están de acuerdo con que “la Argentina tiene que terminar sus tiempos de disputa”.
“Los argentinos tenemos que respetarnos y terminar con la locura de no hacerlo. Es un país en el que hace mucho tiempo todo es blanco o negro, y donde el de la vereda de enfrente no merece respeto, pero no hay nadie en la vereda de enfrente, sino simplemente alguien que piensa distinto”, afirmó en la rueda de prensa que ofreció en Roma tras su encuentro de 44 minutos a solas con el papa Francisco.
El presidente contó hoy que en el mano a mano con Bergoglio le pidió también “ayuda en el tema de la deuda” y que el Papa le dijo que siempre lo “ayuda” y que “siempre” lo va a ayudar”.”Le pedí que todo lo que pueda hacer para ayudarnos lo haga y lo va a hacer”, consignó el mandatario en la conferencia de prensa que ofrecía en el mediodía romano, en la residencia de la embajada argentina ante la Santa Sede.
El presidente Alberto Fernández consideró además “muy reconfortante” haber visto al papa Francisco en el Vaticano. “Verlo al Santo Padre es algo muy reconfortante para todos nosotros y para mí en particular”, indicó el Presidente.
En el encuentro, también dialogaron sobre la reciente designación de María Fernanda SIlva como embajadora de la Argentina en el Vaticano. “Le pareció bien que sea ella, ya la conocía porque fue la segunda de Eduardo Valdés”, indicó.
“Le agradecí que los curas villeros luchen contra el hambre y la pobreza y le pedí que lo siguiera haciendo”, amplió el mandatario y añadió: “El Papa comparte el diagnóstico que hago de la Argentina sobre la pobreza y la inflación”.
El Presidente subrayó que Francisco fue “muy generoso en su trato y en sus palabras” y lo definió como “una figura trascendental, de la humanidad”. Respecto a la posibilidad de la ansiada visita del Papa a Argentina, Fernández indicó: “Cuando un día me llame, yo me voy a poner a disposición”.
Fuente: Página12