Mientras se espera la aprobación por parte del directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) de la última revisión de la economía argentina hacia el viernes, el ministro Sergio Massa anticipó el fin de semana que se terminan de definir medidas para mejorar el ingreso de divisas luego de la puesta en marcha de un nuevo canje de deuda para ganar poder de fuego a la hora de intervenir en los dólares paralelos después de que el FMI le bajó el pulgar al uso de reservas para eso.
Para esto el primer paso es la puesta en marcha del “dólar malbec” -prometido para operar a partir del 1 de abril- en conjunto con otros tipos de cambio para economías regionales. Esta semana se define el mecanismo para el tipo de cambio exportador vinculado a la vitivinicultura y el sector privado espera que el anuncio se realice en las próximas horas.
Para los productores, la mira está puesta en “el valor del dólar” y el período exportador al que se aplica. A diferencia de los cereales y la soja, el vino se exporta según la demanda de la cadena, no cuando el exportador decide, según advirtió el sector industrial.
Desde el Gobierno aseguraron que la implementación se está terminando de definir con reuniones con el sector en estos días pero aclaran que la medida “no se ata a un tipo de cambio” sino que es “un fomento exportador”. La medida que puede incluir beneficios impositivos para generar el diferencial.
“Estamos sector por sector trabajando medidas para que les permita hacer fuerte liquidación de exportaciones en el sector agroexportador”, aseguró Massa el sábado en declaraciones a Radio Mitre y se mostró confiado en obtener ingresos por las ventas al exterior en los próximos meses que alivien presiones devaluatorias.
DÓLAR SOJA
El punto pendiente es la definición sobre el dólar soja, donde el Fondo Monetario duda de la efectividad de una tercera edición, mientras que también el contexto de sequía puso al Gobierno en pausa. Algunos funcionarios consideran que el sector estará más necesitado de salir a liquidar lo postergado, que se estima en 6 millones de toneladas, para cumplir con sus obligaciones financieras.
Cuando el directorio del FMI apruebe la cuarta revisión y la modificación a la meta de reservas, establecerá también algunas “nuevas pautas” reconoció el funcionario. La semana pasada, la nueva portavoz del FMI y ex revisora del caso argentino, Julie Kozack, aseguró que “contra un contexto más complicado (por la sequía), se necesitan medidas más resueltas para salvaguardar la actividad y para mantener el rol de ancla del programa”.
COMPENSACIÓN
Las estimaciones de pérdidas de divisas por la falta de lluvia llegan hasta los u$s 25.000 millones en los peores escenarios. El Ministro consideró que el impacto será menor a esos cálculos y volvió a mostrarse esperanzado por la puesta en marcha del gasoducto de Vaca Muerta. “En junio vamos a terminar el gasoducto Néstor Kirchner y eso nos va a permitir mucho en importación de gas licuado. De las obligaciones externas que enfrenta argentina hay u$s 3800 millones menos”.
“Estamos frente a la sequía más importante de 1922, eso golpea a nuestros productores. Esta semana vamos a tomar más medidas para contener y favorecer a los productores y estamos preparando un programa de incentivo a las exportaciones; camino a mayo, en la campaña de trigo, le vamos a agregar incentivos”, anticipó Massa sobre los estímulos que está delineando Agricultura.
Para Massa “el periodo abril-agosto va a ser el más alto de la historia en nivel de exportaciones” en agro e industria y “a partir de septiembre se podrá empezar a exportar gas”. El pronóstico contrasta con el del consultor Marcelo Elizondo, que advirtió que “la Argentina padecería en 2023 la peor caída en sus exportaciones de la historia“.
En lo que va del año, las cantidades exportadas de Productos Primarios se redujeron en un 40%. “Durante el primer bimestre del año la pérdida de valor asciende a u$s 1.400 millones respecto a un año atrás, equivalente a un 14% del total de lo exportado hasta ahora, dejando entrever los primeros efectos de lo que sería la sequía más severa en décadas”, advirtió la consultora LCG tras los datos de balanza comercial del Indec.
Para los economistas, el 2023 planteará “un escenario adverso producto de la severa sequía que aqueja al país. En base a las nuevas proyecciones de cosecha de la Bolsa de Comercio de Rosario, las exportaciones podrían caer u$s 15.000 millones, resultando en un total de u$s 73.000 millones (un 17% menores que las de 2022)”.
El contexto global también plantea un año desafiante, “con una desaceleración del crecimiento mundial por debajo del 3%”, según advirtió la titular del FMI Kristalina Georgieva debido a las cicatrices de la pandemia, la guerra en Ucrania y el endurecimiento monetario.
Fuente: El Cronista