El PAMI confirmó el lunes a la noche que hubo un entendimiento con la cámara de laboratorios nacionales (Cilfa). Aceptaron una rebaja del 5% con respecto a los valores de fines de febrero, limitarán los futuros incrementos a un 70% de la inflación durante el próximo año y establecieron “topes” en los importes a determinados remedios. Este último aspecto fue el más resistido por las firmas farmacéuticas. La medida entrará en vigencia el próximo 1° de abril.
Los laboratorios extranjeros (nucleados en Caeme) rescataban que el PAMI creaba un fondo de compensación de $ 800 millones, tal como adelantó Clarín en su edición del sábado. Pero también hay otro aspecto del convenio que la industria sigue con atención: la posibilidad de que los precios de venta al público para PAMI sean diferentes al que se apliquen para otras obras sociales.
Esa cláusula quedó en el convenio de PAMI con Caeme y Cilfa. “Será decisión de cada laboratorio si el precio de venta al público PAMI es igual o distinto del precio de venta al público aplicable al resto del mercado”, establece el acuerdo rubricado entre la obra social de los jubilados y los laboratorios.
“Eso es un alivio. Que quede claro que la rebaja del 5% y los precios especiales son para PAMI. Porque si mañana me viene otra obra social y me pide las mismas condiciones, no se las voy a dar. Es un esfuerzo para el cliente más grande que tengo”, graficó un ejecutivo de una empresa nacional que le había puesto luz verde al acuerdo. “Puede haber algún detalle a ajustar, pero el trazo grueso ya está definido”, agregó. “Cada laboratorio deberá informar a PAMI, por mecanismos que serán detallados, cuál es precio de venta al público PAMI aplicable a la dispensa y liquidación en cada momento”, reza el convenio.
“Los grandes laboratorios locales tienen operaciones afuera. Tienen que cuidar su negocio argentino, pero están más diversificados. La mayor oposición al acuerdo dentro de Cilfa viene de empresas medianas o chicas, cuya facturación sí es más dependiente del mercado argentino”, detalla otro empresario que está dentro de los grandes.
El nivel de espalda financiera parece proporcional a la adherencia al acuerdo con el PAMI. Los laboratorios de mayor porte decían estar dispuestos a hacer un sacrificio, pero reconocían que había empresas más chicas que tendrían más dificultades. “Si Cilfa se resistía a firmar por la posición de esos más chicos, los hubiera entendido”, justificaba a sus pares.
Los laboratorios nacionales también estaban trabajando algunos detalles diferentes al convenio del PAMI con los extranjeros. Por ejemplo, en los remedios “especiales”. El descuento en relación a los valores actuales que tendrían los argentinos sería menor que el pactado por filiales de multinacionales.
Entre los laboratorios nacionales trasuntaba cierto enojo con el oficialismo. Creían que son uno de los sectores que le exhibieron gestos de apoyo al presidente Mauricio Macri antes que otras industrias. Y que el mandatario, en cambio, les mandaba a sus funcionarios a cuestionarlos. Aunque Gustavo Lopetegui llevó la negociación en nombre de Jefatura de Gabinete, en la industria lo miraban con recelo a Mario Quintana, por su participación en Farmacity.
“Si quieren importar todo y fundir a las 12.000 farmacias, eso no lo vamos a avalar”, destaca el empresario nacional. Entre las coincidencias que se alcanzaron está el rol de Farmalink, la empresa de los laboratorios que se encarga de la distribución de medicamentos y liquidaciones de PAMI. “Ya está aclarado que PAMI podrá ver todo lo que quiera de esa operatoria”, destacan en el sector.
Los enojos entre los laboratorios y el Gobierno siguen, aunque el acuerdo es más por conveniencia que por concordancia.
Fuente: Clarin