Se cierra el año y a modo de balance, diferentes publicaciones científicas (Science, Nature, Business Insider) se ocupan de valorar y reconocer el esfuerzo de los investigadores que buscan hacer de este mundo un lugar mejor. Aquí, algunas de las destacadas por estas revistas especializadas.
Cortar y pegar genes
Un consorcio de científicos de California, Oregón y Asia, alcanzaron un logro importante para la tecnología de edición de genes. Los científicos emplearon la ténica CRISPR para modificar genéticamente a un embrión humano que padecía una enfermedad genética del corazón conocida como cardiomiopatía hipertrófica.
El equipo descubrió un nuevo mecanismo de reparación del ADN que tiene lugar en el desarrollo temprano del embrión. Los investigadores usaron más de cien óvulos de donantes sanos, fertilizados con esperma de un donante con el gen de la cardiomiopatía hipertrófica. Pero en lugar de insertar en el embrión nuevos genes diseñados en el laboratorio, los investigadores simplemente usaron CRISPR para cortar el gen paterno en el lugar correcto y dejar que la versión materna lo reparara con su propio código genético, libre de enfermedad.
Nuevas vacunas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó una nueva vacuna contra la fiebre tifoidea que se puede administrar a los menores de dos años y que en los ensayos clínicos ha demostrado una efectividad del 87% para prevenir la infección. La Salmonella typhi, que es la bacteria que provoca esta patología y que se estima que produce alrededor de 22 millones de infecciones cada año en el mundo y unas 220.000 muertes. Se transmite principalmente como consecuencia de unos sistemas de saneamiento y de higiene deficientes
Además, científicos del Instituto Biodesign de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, desarollaron una vacuna contra el zika que podría ser “más potente, segura y barata” que las creadas hasta ahora. La nueva droga, creada a partir de la planta del tabaco, va dirigida a una parte de una proteína viral del zika, llamada DIII, que juega un papel clave en la infección de las personas.
Organos de cerdo en humanos
Un grupo internacional de científicos anunció la creación de cerdos con sus genes modificados para eliminar virus que pueden causar enfermedades en humanos, un escollo que se pensaba insalvable y que impedía futuros trasplantes.
El equipo liderado por George Church del laboratorio eGenesis de la Universidad de Harvard (EE UU), recurrió también al sistema de CRISPR Cas9 para eliminar en animales vivos genes de retrovirus del genoma del cerdo, un hito que hasta ahora solo se había conseguido con éxito en líneas celulares. Así han podido crear los primeros cerdos libres del retrovirus porcinos endógenos (PERV).
En el procedimiento toman células de la piel de una oreja de un cerdo convencional, le aplican CRISPR para desactivar todos los virus presentes en su genoma y después crean clones de ese cerdo libre de virus que fueron gestados en el vientre de cerdas, una clonación convencional. Los animales resultantes, criados en China, “tienen unos meses de vida y parecen estar totalmente sanos”, explico Marc Güell, cofundador de eGenesis.
Nuevo mundo
Zealandia es un continente casi sumergido, que se hundió después de separarse de Australia entre 60-85 millones de años y de la Antártida hace 130-185 millones de años. Se sumergió hace aproximadamente 23 millones de años y la mayor parte está hundida (alrededor del 93 %) bajo el océano Pacífico.
Todo ha surgido tras un proceso de investigación de más de 20 años, en el que las mejoras en la tecnología han permitido encontrar esta plataforma de un tamaño similar al de la India, que formaría un continente cercano a Australia y que para algunos podría ser el mítico continente hundido conocido como Atlántida.
“Sostenemos que las evidencias geológicas y geofísicas, especialmente aquellas acumuladas en las dos últimas décadas, demuestran que Zealandia no es una colección de fragmentos continentales parcialmente sumergidos, sino un continente coherente de 4,9 millones de kilómetros cuadrados”, explican los autores del estudio.
Restos más antiguos
El estudio de un cráneo y otros huesos procedentes de una cueva del yacimiento de Jebel Irhoud, en Marruecos, ha cambiado lo que creíamos saber sobre los orígenes de nuestra especie, Homo sapiens. Los restos humanos tienen 300.000 años, lo que significa que son 100.000 más antiguos que los fósiles de Etiopía que hasta ahora ostentaban ese récord. El hallazgo sugiere que los procesos evolutivos que llevaron a la aparición de los humanos modernos pueden no haber estado confinados al este de África, como se creía hasta ahora.
La investigación principal fue coordinada por el paleoantropólogo francés Jean-Jacques Hublin, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania). Los restos encontrados son cráneos, dientes y huesos largos de al menos cinco individuos y que fueron hallados en una campaña que comenzó en 2004.
Fármaco contra el cáncer
Estados Unidos aprobó por primera vez un fármaco contra el cáncer que se ha investigado a partir de su acción a nivel molecular y no a partir de un tipo concreto de tumor. La iniciativa abre la vía a autorizar terapias para cánceres minoritarios para los que no resulta rentable realizar grandes estudios y para los que, por lo tanto, no se desarrollan nuevos tratamientos.
El medicamento se llama Pembrolizumab y está fabricado por la compañía Merck bajo la marca Keytruda. Ya estaba aprobado para tratar el melanoma y otros tumores, y ahora puede ser prescrito para cualquier tumor sólido avanzado en niños o adultos, con una condición: las células cancerosas deben estar plagadas de mutaciones en genes que reparan el ADN, independientemente de si se han desarrollado en el páncreas, el colon o la tiroides, entre otros.
Las súper bacterias
Un equipo del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) en Madrid, España, logró dar un paso más en la batalla contra las superbacterias y su resistencia a múltiples fármacos. Los científicos han diseñado moléculas capaces de fulminar la maquinaria celular que lleva a estas bacterias a no verse afectadas por los antibióticos convencionales.
Las superbacterias son cepas de bacterias resistentes a varios tipos de antibióticos. Su característica principal es que son capaces de mutar su ADN a lo largo de las generaciones para hacerse resistentes a los fármacos más comunes. Este trabajo da un paso más en la batalla contra estas superbacterias que suponen un grave problema de salud mundial al que han contribuido, entre otros, el uso imprudente e indiscriminado de antibióticos (no completar los días de tratamiento) o la automedicación.