El juez de instrucción Mariano Iturralde impuso hoy el secreto de sumario en la investigación por el ataque a tiros al diputado de la UCR Héctor Olivares, quien recibió un disparo en el abdomen, y el funcionario de la provincia de La Rioja Miguel Yadón, que resultó muerto.
La decisión se dio a raíz de una batería de medidas de prueba que se están tomando junto con la fiscal de instrucción Estela Andrades, a cargo de la investigación, para evitar que se frustre la pesquisa.
Por el momento, no se conoce el móvil del ataque ocurrido poco antes de las 7:00 en las inmediaciones del Congreso de la Nación, por donde Olivares y Yadón caminaban. Sin embargo, algunos indicios que fueron surgiendo con el correr de las horas hicieron que perdiera fuerza la hipótesis del móvil político. Sin embargo, los voceros oficiales y de las fuerzas de seguridad, consideran que es prematuro para descartar algo.
Aunque se tiene por muy segura la hipótesis de la premeditación, todos los analistas están sorprendidos por la “parsimonia” de los atacantes, quienes se tomaron su tiempo para abanadonar el lugar tras el ataque. Incluso trascendió que uno de los atacantes habría estado alcoholizado, pero no existen evidencias firmes sobre el particular.
Las primeras versiones dan cuenta que los atacantes son padre e hijo y fueron identificados a raíz de haber sido grabados por cámaras de seguridad en la zona donde tuvo lugar el episodio.
El ataque en cuestión ocurrió a las 6:50 de este martes, cuando ambas víctimas caminaban por la avenida Rivadavia al 1600, entre Rodríguez Peña y Montevideo, a una cuadra del Congreso. Se sabe que ambas víctimas, uno herido y el otro fallecido, no estaban ahí por nada en particular, sino que tenían la costumbre de hacer caminatas a esa hora de la mañana.
El diputado riojano fue trasladado al hospital Ramos Mejía, donde permanece internado, mientras que el funcionario nacional murió en el acto.
Yadón tenía 58 años y era coordinador de obras del Fondo Fiduciario de Transporte Eléctrico Federal, además de trabajar como asesor de Olivares.
Otro dato que trascendió es que el auto de donde partieron los disparos no era robado ni tenía pedido de captura, y que fue sorprendentemente estacionado, pocos minutos después, en una cochera cercana, que estaba alquilada por el dueño del auto desde hacía al menos dos años. Cámaras des seguridad de la cochera muestran como los presuntos autores del ataque llegan a la cochera y dejan el vehículo.
También se ventiló la dirección de quien aparece como dueño del vehículo, en un domicilio cercano al Congreso, donde ahora hay guardia periodística.
También se identificó el arma, con la particularidad de que trascendió que estaba “legalmente registrada”.
Fuente: Cronista.