Los rugbiers Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi fueron condenados a la pena de prisión perpetua por ser coautores del delito de homicidio doblemente agravado de Fernando Báez Sosa.
En tanto, Ayrton Violazz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi recibieron una condena de 15 años de prisión por ser partícipes secundarios.
Así lo decidió el Tribunal Oral en lo Criminal número 1 de la ciudad de Dolores, integrado por María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia que, a su vez, rechazó por unanimidad el plantel de nulidad hecho por el abogado de los acusados, Hugo Tomei.
La lectura del veredicto debió suspenderse debido a que, tras conocer la condena, Thomsen se descompensó y se desvaneció, por lo cual la presidenta del tribunal pidió desalojar la sala, mientras que ingresaron médicos para atenderlo. Momentos después, se retomó la lectura.
Antes de saber la pena, Hugo Tomei, el abogado de los ocho acusados, pidió la palabra para solicitar si podían pararse para escuchar la sentencia, lo que fue avalado por los jueces.
Mientras escuchaban de pie que habían sido encontrados culpables del asesinato de Fernando Báez Sosa, Thomsen comenzó a tambalearse y se sentó abruptamente, mientras lloraba y era sostenido por los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Ante esta situación, la madre del Thomsen gritó “esto es una mentira” cuando escuchó del Tribunal que su hijo y otros cuatro rugbiers eran condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa. “Esto es una mentira, echen a los periodistas, no me importa más nada”, expresó Rosalía Zárate al tiempo que era abrazada por otro de sus hijos.
En tanto, el resto de los jóvenes oriundos de Zarate tomaron asiento, con sus rostros desencajados. Lucas Pertossi, visiblemente conmocionado, contenía las lágrimas; Ayrton Viollaz se agarraba la cara; Blas Cinalli miraba al suelo; mientras en primera fila, Matías Benicelli permanecía impávido, como a lo largo de todo el proceso judicial, al igual que Enzo Comelli, ubicado al lado de Thomsen.
“Máximo Thomsen y Ciro Pertossi estuvieron en todo momento atacando a la víctima” dijo el Tribunal y los condenó a perpetua al igual que otros tres imputados
Máximo Thomsen, Ciro y Luciano Pertossi, Enzo Comelli, y Matías Benicelli fueron condenados a prisión perpetua por ser coautores de homicidio doblemente agravado por alevosía y premeditación: planificaron matar a Fernando Báez Sosa ni bien salieron del boliche Le Brique en Villa Gesell ese 18 de enero de 2020.
“Sólo se encuentra alcanzada por el concepto de coautoría toda persona cuyo aporte en la fase de ejecución del hecho represente un requisito indispensable para la realización del resultado pretendido, ello pues, como se dijo, los coautores”, aclararon los jueces Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia.
En ese sentido concluyeron que Thomsen y Ciro Pertossi “estuvieron en todo momento atacando a la víctima“. Eso en función de las pericias de ADN que se dieron a conocer de sus prendas donde quedaron rastros genéticos de Fernando Báez Sosa y así como también la zapatilla del primero de ellos marcada en el rostro de la víctima.
“No resulta un dato menor la zona del pantalón (botamangas) perteneciente a Ciro Pertossi en la que se detectó sangre humana con el patrón genético de Fernando Báez Sosa”, añadió el Tribunal. De las imágenes, surge que Luciano Pertossi y Enzo Comelli “inmediatamente del comienzo del ataque, se movilizan desde la parte trasera del auto hacia donde yacía Fernando Báez Sosa, efectuando movimientos de ataque”.
“Por su parte, la actividad desplegada por Matías Franco Benicelli en su rol de coautor, se extrae sin esfuerzo, especialmente de los dichos de los testigos” y también “resultó elocuente el hallazgo de sangre en la que se detectó el perfil genético de la víctima en todas las prendas que vestía el encausado aquella noche, lo que demuestra inequívocamente el contacto directo con el cuerpo de Fernando Báez Sosa y que fue uno de los cinco formó parte de los actos del ataque mortal”, añadieron.
En cuanto a Ayrton Viollaz, Lucas Pertossi y Blas Cinalli “tomaron parte en el hecho, pero sus aportes no resultaron esenciales para que la conducta de los coautores pudiera consumarse. Participaron en la ejecución del acto, pero realizando una accióncriminal que si hipotéticamente se suprimiera el resultado homicidio igual se habría producido”.
“En efecto, quienes tuvieron el dominio del hecho, como así también la posibilidad de detener las hostilidades, fueron los cinco que pusieron manos en la víctima, y no estos tres partícipes, quienes subordinaron su accionar a la voluntad de los coautores”, resumieron en comparación entre las distintas penas impuestas.
Ayrton Viollaz “realizó un aporte no esencial en el hecho. Según se extrae de la prueba testimonial, se lo sindica arengando, también como quien golpeó a Lucas Beigide (amigo de Báez Sosa, ndr) que se encontraba en la parte delantera del auto, y profiriendo gritos y frases como “es ahora” u “y ahora”. “No se corroboró con el grado de certeza que requiere esta etapa, que haya ejercido acciones directas contra Fernando Báez Sosa, o algún aporte de imprescindible relevancia, para posibilitar a los autores concretar su acción criminal”.
“De igual modo, en la exhibición del video de Lucas Pertossi, como así también el que se encuentra filmado desde enfrente, se lo intentó señalar como uno de los que se encontraba pegando a Fernando o cercano a éste, pero ello no ha quedado lo suficientemente demostrado”, dijo el Tribunal, pues “su aporte resultó secundario en el sentido desde que no revisitó las características de necesario o imprescindible para la concreción del resultado”.
Lucas Pertossi “filmó el inicio del ataque pero no partición en el comienzo de la golpiza”, resumieron y concluyeron que estaba “fuera del foco central del ataque” a Fernando. (NA).