El ciudadano que tomó un crédito en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA)en abril de 2016 ya sufrió un incremento del 52% en el stock de dinero adeudado y un alza igual en la cuota que debe abonar todos los meses. A pesar de este panorama complejo por una inflación que no baja, la emisión de créditos denominados en UVAs sigue creciendo con fuerza y ya 42 de cada 100 préstamos del stock total de deuda de los ciudadanos es ajustado por inflación.
Entre marzo de 2016 y el mismo mes de 2018 la demanda de créditos hipotecarios UVA tuvo un incremento de 142% y la de los prendarios mostró un alza del 62%, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Desde su implementación en marzo de 2016, los créditos UVA incrementaron su participación en el total de préstamos hipotecarios hasta representar, a diciembre de 2017, el 42% del stock de créditos totales.
Del total de stock de créditos UVA el 72% es hipotecario, el 25% personal y el 3% prendario. Considerando un ejemplo para mostrar los impactos desde la toma de un crédito equivalente a 100.000 dólares (a una TNA de 3,5%), entre abril 2016 y abril 2018 la exposición a la inflación evidencia un fuerte alza en los montos a pagar para los deudores. El monto inicial de cuota que ascendía a 5.353 pesos se transformó en una cuota de 8.145 pesos, reflejando un incremento de casi 52% en dos años.
La suma de pagos realizados asciende a 162.289 pesos pesos (de los cuales 56.878 pesos corresponden a capital) y la deuda alcanza 1.811.127 pesos; en efecto, el stock de deuda es 52% más elevado que al inicio.
El valor del incremento del UVA desde el momento en que se tomó el crédito fue de 58%, dice el informe. La tasa de variación del UVA, anualizada y acumulativa para el periodo, se ubica en torno al 25,61%, levemente superior a la mediana de la inflación histórica desde 1943 a la actualidad que se sitúa en 25%.
En 2016, la cuota inicial de un crédito tradicional resultaba dos veces y media más alta que la del crédito UVA, haciendo a este último más accesible y aparentemente más atractivo: pero sólo entre 2016 y 2018 esa diferencia se redujo a 73%.
Con niveles de inflación similares a los del bienio abril 2016 – abril 2018, en los siguientes 30 meses las dos cuotas (crédito UVA y tradicional) llegarían a equipararse, dice el análisis de CEPA. Luego de ello, la cuota del crédito UVA continuaría creciendo en su valor, mientras que la del crédito tradicional se mantendría estable: es decir, el tradicional resulta más oneroso en los primeros 4,5 años, pero más económico en los siguientes 25,5 años.
En relación al saldo, y continuando con el ejemplo de un crédito de 100.000 dólares, se observa una diferencia muy significativa al notar que en el sistema de crédito UVA, luego de abonar 24 cuotas, la deuda se incrementa en más 620 mil pesos (52%). Contrariamente, bajo el sistema de crédito tradicional, el monto adeudado disminuye en unos 5.200 pesos.
Fuente: NA