Cada vez más cuando China mueve sus fichas, atrae las miradas del mundo entero. Desde este mes, el gobierno de la República Popular China dio un nuevo paso en su estrategia de apertura comercial y posicionamiento en el mercado global.
Tras aprobar el comunicado 25/2017, anunció la reducción de aranceles temporales de importación para 187 productos, con tasas por debajo de la establecida para países consideradas Nación Más Favorecida (NMF). Se estima que en promedio los aranceles caerán de 17,3% a 7,7%. Son productos que no produce China o en los que es importador neto.
El Ministerio de Agroindustria, que comanda Luis Etchevehere, indicó que en el listado beneficiado por la reducción de aranceles hay 32 agroalimentos. Sobresalen langostinos, camarones, pescados congelados, quesos y arándanos secos.
Además de incentivar el consumo en su gigantesco mercado interno, la medida busca también reducir su abultado superávit comercial. También posicionar a China como líder de la globalización y la apertura, en que momentos en que Estados Unidos tiende a una postura más proteccionista.
Para una parte de la lista de productos, donde figuran agroalimentos, la baja de aranceles de importación entró en vigencia el 1 de diciembre, en tanto esta semana el Ministerio de Hacienda chino anunció una baja de aranceles aplicables a una nómina de productos industriales, que entrará en vigencia a partir del 1 de enero próximo.
Fernando Vilella, profesor de la cátedra de Agronegocios de FAUBA, considera que la baja de aranceles “es una buena señal hacia adelante”, pero reconoce que el tema clave es la competencia con los países que tienen acuerdo de libre comercio con China. “No es lo mismo tener un arancel del 15% que de 0%, como por ejemplo tiene Chile en el caso de los vinos”. Otras oportunidades se presentan en langostinos y en carne vacuna, aunque este producto no está en la lista, dice Vilella.
Para Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI “esto es una demostración de China de que no se puede vivir mucho tiempo con superávit comercial”, entre otras razones porque les genera atraso cambiario. En esta lógica, “Argentina tiene una oportunidad enorme”, en especial porque “China tiene interés estratégico en desarrollar su relación con Argentina, Brasil y Perú”.
Por su parte, Miguel Ponce, director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior para el Siglo XXI, ve como positiva la medida del gobierno chino, pero advierte que “hay que leer muy bien la letra chica”. Pese a eso, cree que se abren oportunidades en langostinos, pescados y en aumentar las cuotas en vinos.
Fuente: El Cronista